En la mañana de ayer, miércoles 24 de marzo, al recordarse el trigésimo cuarto aniversario del último golpe de Estado en la Argentina, tuvo lugar una sesión extraordinaria especial en el Concejo Deliberante. Se leyó en la misma un documento realizado de manera conjunta por todos los bloques.

“Nuestra historia como Nación soberana atravesó diversas situaciones donde la violencia impuso su manto de tragedia sobre la sociedad argentina, desde el mismo grito libertario de 1810 pasando por el bombardeo de Plaza de Mayo de 1955 y los hechos que desembocaron en el Cordobazo de 1969, supo nuestro pueblo del dolor por la sangre derramada de sus hijos. Esa violencia brutal, dejó a sus muertos con la posibilidad que sus cuerpos recibieran el último adiós”, se dijo y se marcó, a través del citado texto.

“Si aún estamos consternados no es sólo por el enfrentamiento entre argentinos, sino por la crueldad con que fuera planificado este infausto período, lo hicieron impregnando en su cipayismo, en el aprendizaje de academias militares donde la cátedra era cómo se torturó en Argelia, en Indochina y en todo lugar de ocupación donde siempre las víctimas fueron los que se rebelaban a la ignominia y explotación. El concepto con el cual se impregnó a la sociedad  fue el término ‘guerra sucia’, elemento semántico que les permitió hacer de sus capturados la transformación de humanos en un ser sin identidad, sólo útil para sus interrogatorios y materia de alborozo para los esbirros encargados de la custodia que jugaban al oprobio de los detenidos”, fue otra de las partes del texto leído, en el que se marcó “la cobardía e hipocresía” del presidente de facto y dictador Jorge Rafael Videla: “Dijo que los desaparecidos eran eso, ni vivos ni muertos, desaparecidos No tuvieron el coraje de explicar cómo cegaron sus vidas arrojándolos al mar o en sepulturas colectivas. Quienes decían representar al Estado sólo fueron patotas mal llamadas grupos de tareas y lejos de implantar justicia sólo llegaron a ser verdugos”, expresaron y destacaron la “resistencia a la opresión que llevaron adelante las Madres de Plaza de Mayo, los organismos de Derechos Humanos, la participación oportuna de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos en 1979, la de la Subsecretaria de Derechos Humanos de los Estados Unidos Patricia Derían y es imposible soslayar la valiente resistencia de los miles de militantes políticos  y gremiales, los que podemos resumir en las figuras de Oscar Alende, Deolindo Bittel, Oscar Smith, Saúl Ubaldini y Raúl Alfonsín”.

“Los años y daños que ocasionó la dictadura militar servirán para hacernos comprender que sólo la democracia es capaz de preservar a un pueblo de semejante horror”, indicaron de manera conjunta los concejales, en la sesión especial, tomando como propias las palabras del fiscal Adolfo Strassera en el cierre de las largas jornadas de Juicio a las Juntas Militares: “Nunca Más”.