Una comitiva de vecinos, sobre todo comerciantes, de la zona de avenidas 29 y 2 están reclamando desde hace un tiempo ante la no conclusión de las obras en tiempo y forma para el asfaltado de las calles, lo que les genera trastornos de todo tipo, dado que con los trabajos paralizados el sector se encuentra todo cerrado y nadie puede pasar por allí. En la búsqueda de una solución, esta mañana se llegaron hasta el palacio municipal para mantener una entrevista con el intendente Carlos Selva, quien les aseguró que se ocupará del tema. El problema de fondo es la falta de pago a la empresa contratista por parte del Gobierno Nacional.

En la reunión con Selva, el intendente les afirmó a los vecinos que mañana estará en el lugar visualizando la situación con la idea de trabajar una solución provisoria para el transito. Lo que le cuestionaron los vecinos es como rompieron todo sin saber si iba a haber fondos o no, a lo que el jefe comunal deslindo responsabilidades ya que los fondos provienen de Nación.

Lo que corroboraron los vecinos, además, es que hubo pocos controles sobre las obras. Como comerciantes, pidieron una audiencia y además involucraron a la Cámara Económica. La parrilla del barrio, por ejemplo, el domingo no vendió un solo cubierto, lo que marca la parálisis que están sufriendo.

“Estamos reclamando desde los primeros días de febrero. No es el culpable el intendente porque a esta obra la financia la Presidencia y de ahí debería llegar el dinero. Pero al no estar los pagos no pueden seguir con las obras. Acá se habla de un total de 7 millones y de que hay pago sólo 2 millones de pesos. Aunque falta un 30 por ciento de la obra y sobre todo lo más importante, en 29 y 2. Ahora la Municipalidad asegura que hará un relleno para poder habilitar esa esquina, pero veremos”, indicaron los vecinos, quienes afirmaron que lo único que quieren es “trabajar”: “Todos tenemos gastos, e incluso tenemos que recuperar la clientela que perdimos. Queremos que terminen urgente esta obra, estamos parados hace 3 meses”, indicaron, exponiendo que desde los primeros días de marzo cuando empezaron a ver que las obras estaban paradas comenzaron a hacer oír sus quejas.