En el sitio web Todo Escultura recientemente manifestaron su interés por un artista local que tiene amplio reconocimiento entre sus colegas y una formación autodidacta, a la vez que trabaja con chatarra, haciendo esculturas. Sus obras se publicaron hace poco, además, en un manual escolar de Santillana. Pero como dice el refrán, “nadie es profeta en su tierra”. Se trata de Horacio Marson.

A continuación, parte de la entrevista que le realizaron, en la que devela detalles de su vida y trayectoria con el arte:

- ¿Cuál es tu formación?

Mi formación se inició a los 6 años, cuando ingresé a trabajar lavando piezas en el taller mecánico de mi padre; que continúo hasta ahora junto a un hermano mío. Fui creciendo entre autos, motores y repuestos. En la adolescencia aprendí a soldar con la soldadora eléctrica. Y así, sin querer, fui aprendiendo a usar las herramientas que mucho más tarde utilicé en la escultura.

- Para aquel que aún no te conoce, ¿cuál es tu influencia artística?

Mi influencia artística es diversa. Admiro a diseñadores de autos, como Batista Pinin Farina y Harm Lagaay (diseñador del Porsche Boxster). Mi sentido de la estética, de las proporciones y del movimiento, proviene de la intimidad con los vehículos que me brindó el trabajo en la mecánica. También como escultor conservo la reverencia hacia los diseñadores de autos, ya que jamás alteré una pieza; sólo las tomé como parte de un todo (automotor) y les encontré un nuevo lugar en otro todo (escultura), más modesto, por cierto. Luego de los diseñadores de autos, tengo otra influencia para la escultura; que tampoco proviene del mundo artístico, propiamente dicho. La lectura de una conferencia de Sir Ken Robinson (¿matan las escuelas la creatividad?), sobre la creatividad humana y su importancia en la vida de las sociedades, fue y será una gran influencia en mi trabajo. Creo que mi ignorancia herética del mundo del arte me permitió arriesgar sin temor al equívoco.

- ¿Cómo has desarrollado esta obra que nos muestras?

Las esculturas que se exhiben en mi sitio web son el producto de varios años de trabajo. Siempre había tenido la intención de hacer otra cosa con la soldadora, pero jamás me había animado. Una vez, mi hija me pidió que le hiciera un gallo, argumentando que una vez ella había hecho uno con alambres en la escuela de arte y que si yo hacía uno sería en homenaje al suyo. A la noche, sin saber bien cómo, tenía en mis manos la silueta de un gallo hecho con una cadena de distribución, un engranaje de Renault 12 y dos varillas de balancines. Desde ese día se me llena la cabeza de imágenes, que más tarde se convierten en esculturas. Suelo quedarme en el taller cuando termina la atención al público, aprovechando la calma para soldar. Los temas que trato tienen que ver con la infancia, con imágenes religiosas (esa inspiración aparece frente a la dificultad), con los vehículos y con la naturaleza. Una lectura más conceptual alude a la fuerza de trabajo, al respeto por nobleza del material, por la capacidad ajena y a la ecología.

- ¿A través de la experimentación de materiales? ¿Cuáles? ¿Cómo?

Los metales son diferentes, lo mismo que los electrodos. La experimentación con ellos es añeja, los conozco desde que eran piezas de autos… Últimamente estoy viendo que el tiempo hace su trabajo sobre algunos materiales, herrumbrándolos. Todavía no sé bien cómo, pero tengo la sensación de que el tiempo será mi aliado en algunos trabajos y la laca en otros.

- ¿Estás conforme con esta evolución en este material?

Lo estoy. En mis esculturas los materiales se comportan como en un auto. No soy un diseñador de vehículos, pero conmigo se portan igual. He notado algo más, que está presente sólo en algunas de mis obras: a veces desafían la gravedad. Creo que en ellas usé partes de autos de carrera.

- ¿Cómo recepciona el público tu obra?

Hasta el momento siempre recibí elogios del público. Cuando expongo acostumbro a dejar papel para que recibir comentarios y, francamente, son muy alentadores. En principio parecía que la felicitación tenía que ver más conmigo que con la escultura; seguramente porque los primeros que la vieron fueron mis amigos y mis vecinos. Más tarde, llegaron de la mano de quiénes no me conocían. Recién entonces me pareció que gustaban de verdad.

- ¿Este público es marplatense, o de otros lugares?

Normalmente el público no es marplatense, aunque no sé si puedo precisar la procedencia del público. Hasta ahora no expuse en Mar del Plata. Tal vez lo haga este año, ya que recibí una propuesta del CESVI (Centro de Experimentación y Seguridad  Vial) ARGENTINA, para esculpir con restos de vehículos siniestrados en una ciudad balnearia. En general, diría que el público que más ha visto mi obra es de mi ciudad, Mercedes. Aunque también expuse en otras partes del país.

- ¿Cómo llegan éstos a tu obra?

El público llega a mi obra visitando museos o lugares de exposición. Sin embargo, desde que tengo el sitio web, es asombrosa la cantidad de personas que toman contacto con ella desde ahí.

- ¿Tienes relación o intercambio con otros artistas /escultores / etcétera?

La verdad es que no tengo demasiada relación con otros artistas y que no he tenido intercambio con ninguno. Esto es así, a pesar mío, ya que no tendría reparos en relacionarme con nadie y considero interesante el trato con los que comparten la pasión por la escultura. Pienso que mi desconexión con ese mundo tiene que ver con mi radicación en una ciudad del interior del país o con mis orígenes al margen de las escuelas de arte. Si alguno de ellos leyera esta entrevista, sepa que sería un gusto conocerlo y que mi casa está abierta.

- ¿Estás conforme con estos resultados?

Estoy conforme con lo que hice hasta ahora. Tengo más de 60 años y hace menos de 10 sólo era mecánico. Haber encontrado un vehículo para exteriorizar una fuerza que trataba de salir, es en sí mismo un logro. Cuándo mi trabajo se aprecia, la satisfacción es doble.

- ¿Cómo es tu relación con el mundo de las galerías, eventos, bienales, etcétera?

Hasta ahora no he expuesto en galerías, ni en bienales. Sí lo hice en algunos eventos, por invitación de autoridades municipales (en varias ciudades).

- Tienes una página Web actualizada, ¿cómo es la comunicación con este medio?

Sí tengo, es www.horaciomarson.com. La comunicación por este medio es maravillosa. Todavía me cuesta entender cómo alguien me escribe desde Méjico o Estados Unidos, o cómo saben de mi trabajo en Buenos Aires o en sitos como éste.

- ¿Creés que este medio sirve para un acercamiento con otros artistas?

Sin duda que el medio virtual sirve para la relación con todo tipo de público. Mi página no está orientada en sentido comercial, aunque suelo vender alguna escultura; mi finalidad con el sitio es mostrar mi trabajo. Contaré una experiencia que todavía hoy me parece increíble: el año pasado se publicó una de mis esculturas en un manual para niños pequeños de la editorial Santillana, que se titula Panzarriba.

- ¿Has tenido la propuesta de emplazar una obra en un espacio público?

Una de mis obras, un “Cristo”, fue adquirido por el Ministerio de Trabajo de la Provincia de Buenos Aires. Es la que se encuentra de un espacio público, pero está dentro de un edificio.

- ¿Tienes una idea al respecto con la problemática de maltrato a las obras en los espacios públicos?

Veo cotidianamente infinidad de monumentos que sufren ataques vandálicos. En mi ciudad han mutilado varios, además de ensuciarlos con pintadas.

- ¿Cómo resguardarías una obra del vandalismo?

El resguardo de la escultura en los espacios públicos, al menos en el diseño de espacios públicos que conozco, no lo considero posible. Es decir, no creo que exista un sistema que brinde 100% de efectividad, ya que la característica de los espacios públicos es ser abiertos y de acceso irrestricto. Tal vez se requiera un cambio en el pensamiento, especialmente en los más jóvenes, que les permita apreciar el arte. Siguiendo a Ken Robinson, diré que si consideramos a la creatividad tan importante como la alfabetización y la tratáramos igual, tendríamos más jóvenes cerca del arte.

- ¿Hacia dónde evolucionarás?

Es difícil pronosticar hacia dónde evolucionaré. Aunque es mi deseo hacerlo hacia la escultura que profundice el mensaje ecológico, y la que simbolice cualidades humanas.