En el marco de una serie de reclamos por la creciente instalación de antenas de telefonía celular en la ciudad y atento a los efectos negativos que la incidencia de las señales que estas emiten tendrían sobre la salud humana, desde el bloque del GEN en el Concejo Deliberante se solicita modificar una ordenanza para adecuarla ante la inquietud demostrada por la gente, que no quiere tener sobre sus cabezas ni frente a sus domicilios a estas antenas.

Escuchando entonces la necesidad del cambio en la regulación ante el avance de las instalaciones de las empresas, y en momentos en que una de ellas se quiere colocar en el club Quilmes, en vista de la “necesaria adecuación de las normativas vigentes”, el concejal José Luis Ramos presenta un proyecto de ordenanza.

“A la fecha de sanción de la ordenanza 4984, año 2000, muchos de los hoy barrios mas desarrollados y populosos sólo lo eran en forma parcial y hasta descampados”, consideran y marcan que es “imperioso actualizar esta norma para evitar que actividades contaminantes como la regulada por la norma en cuestión puedan ser radicadas en estas zonas atentando contra la calidad de vida de nuestros vecinos”.

La idea propuesta es modificar el artículo 1º de la ordenanza 4984/2000 y que quede: “Artículo 1: Prohíbase la colocación de todo tipo de torres, monopostes y/o mástiles para antenas radioeléctricas y/o de telefonía celular y/o similares, que supere la altura de edificación establecida en la Ordenanza 4337/95, en las zonas descriptas como CAF, R1, R2, R3, R4a, R4b, R5 y R6, y en los DUES 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8 y 9”. Y también cambiar el inciso e del artículo 3º de la Ordenanza 4984/2000, modificando entre las exigencias para la habilitación el certificado de conformidad de la Comision Nacional de Telecomunicaciones por un “certificado expedido por el Organismo Provincial de Desarrollo Sustentable u organismo que lo reemplazare en el futuro”.

Vale aclarar en este sentido sobre el cambio que en la ordenanza vigente la prohibición habla de las zonas descriptas en que se prohíben las instalaciones y estas se restringen al centro administrativo de la ciudad, y las residenciales R1, R2 y R3.

“Ese tipo de antenas no deben estar en lugares poblados. La ordenanza en el 2000 quizás se justificaba pero hoy hay muchos lugares poblados en mucha cantidad. Es indudable que hay que tratar de alejarlas de los lugares habitados para protección de la gente. Quizás esto sea adelantarnos en el tiempo, porque nadie sabe o no esta probado si esto no es una cosa silenciosa, con afección en el paso de los años en la gente”, dijo el concejal Ramos y destacó que estaba  buscando el apoyo en el resto de los bloques. “Veamos la posibilidad de proteger, que no suceda que las instalen y no podamos hacer nada luego. Adelantémonos a los tiempos”, completó.