La revista “La Sombra – Un artificio literario” cumplió un año de vida y lo festejo este viernes por la noche, con un intenso encuentro en el espacio cultural de “El Limonero” en calle 36 entre 25 y 27, en el que se pudo compartir literatura, música y danza a través de la expresión de jóvenes artistas locales que se sumaron a la velada.

Con entrada libre, este viernes 25 desde las 22 en el Movimiento Cultural El Limonero y aprovechando que la revista cumplía un año de vida hubo festejo. Este incluyó la proyección de un video con las experiencias de este medio, que rescata el valor del papel por sobre lo digital, aunque los textos también se distribuyen en ese formato.

Gastón Cartasegna, Luciana Blanco, Rocío Miño y Eliana Ramponi son algunos de los responsables de la publicación y fueron quienes también participaron de las lecturas de textos propios y ajenos, incluyendo algunos de Alejandra Pizarnik, todos relacionados con la temática de las sombras y para compartir en la noche especial.

En el complemento musical hubo una vivificante y precisa ejecución de la obra “Complainte de la Seine” (algo así como “Lamento del Sena”) de Kurt Weill. Jonathan Alvarado en voz, Santiago Rosso en piano y Ayelén Alvarado en coreografías dejaron a todos con una agradable sensación. Y para completar esto fue el músico electrónico Sebastián Cirillo quien arrancó melodías, ruidos y sonidos de un sintetizador, sus teclados y un llamativo instrumento ruso, el teremin, que se ejecuta sin tocarlo, moviendo sutilmente las manos en el aire para hacer las notas y ajustar el volumen y la intensidad de los sonidos.

El encuentro de La Sombra Literaria también tuvo lecturas de Andrés Monferrand y otros autores locales, y sus organizadores se mostraron muy contentos con el apoyo recibido por el público, que acompañó la propuesta.

Cambalache de Cronopios
Por otro lado y también en “El Limonero” el Ciclo Cronopios-Cronopios vuelve. Esta vez será con "Cambalache", el venidero domingo 4 de julio desde las 18 horas. La idea es “pasar un domingo entre cronopios amigables”, con lecturas, música en vivo, artes plásticas, fotografía, clown y magia “con un completo cambalache”.

También se pide a los asistentes que lleven libros que les sobren y así cambiarlos por los que necesiten. Por cada libro se dará un cupón con el que se podrá intercambiar por otros libros de interés. Además, cuentan que habrá un espacio de literatura infantil, para que los niños también participen del intercambio.