La obra “Memorias de un loco” fue estrenada en el año 2008 y en este tiempo ha recibido numerosas invitaciones y participado en festivales y giras por la Argentina y el exterior. Incluso ha recibido varios premios y reconocimientos. El sábado por la noche se presentó, con entrada libre en “El Limonero”, y a modo de regalo de Fabián Morales, su intérprete, para la ciudad en que vive.

Dicen que “nadie es profeta en su tierra” y esto le cae de perillas a este actor local, cuyo nombre es conocido en escenarios de Chile, Brasil o la Argentina en los que se presenta a menudo. Sin embargo, aquí en Mercedes es poco lo que puede vérselo. La de este sábado fue una excelente oportunidad en la que puso en escena su unipersonal ante una sala pequeña pero colmada, en El Limonero.

Crítica y cruda, la puesta de “Memorias de un loco” (versión libre de Nicolai Gogol) es parte de un teatro que no es de fácil digestión, pero a la postre resulta muy necesario.

La obra de Nikolai Vasilievich Gógol resulta de una actualidad inquietante. En su texto se conjugan cuestiones que tienen que ver con las relaciones de poder, el sistema, la política y su neurosis.