Desde distintos sectores vinculados a la Iglesia Católica se viene promoviendo una manifestación frente al Congreso de la Nación para este martes a las 18.30. Y la ciudad de Mercedes no es la excepción en esta movida “por la familia” que es promocionada con afiches y tendrá sus concurrentes desde la diócesis.

Según informa la agencia AICA, el Departamento de Laicos (DEPLAI) de la Conferencia Episcopal Argentina y organizaciones de la sociedad civil vinculadas a los credos preparan para este martes 13 de julio, a las 18.30, una masiva manifestación por la familia frente al Congreso de la Nación, en víspera del tratamiento en el recinto del Senado del proyecto de ley para reformar el Código Civil a fin de permitir el matrimonio entre personas del mismo sexo.

La iniciativa llevará por lema “Queremos mamá y papá para nuestros hijos” y tal como lo hizo el cardenal Jorge Bergoglio, arzobispo de Buenos Aires y primado de la Argentina, se invita a participar buscando “que sea un acto en el que no haya más que banderas argentinas o consignas positivas para el matrimonio varón-mujer”.

El escenario estará frente al palacio legislativo, y los participantes deberán ubicarse entre el monumento de la Plaza y el Congreso, extendiéndose hacia Rivadavia e Hipólito Yrigoyen. Habrá pantallas gigantes para la visión de la gente colocada sobre esas arterias.

Asimismo, los organizadores recuerdan a los manifestantes que “tienen que ir con banderas argentinas, pancartas positivas por el matrimonio, globos si puede. Nada ofensivo”.

Se proyectarán videos sobre marchas realizadas en el país, música y consignas. También se leerá una carta de adhesión del arzobispo de Buenos Aires y primado de la Argentina, cardenal Jorge Mario Bergoglio, y de los dos presidentes de la Alianza Cristiana de Iglesias Evangélicas de la República Argentina (ACIERA) y de la Federación Confraternidad Evangélica Pentecostal (FECEP).

Tras la lectura del Manifiesto de la Familia, el acto finalizará a las 20.30 con la entonación del Himno Nacional Argentino.

Se espera que familias y estudiantes de colegios católicos de la diócesis periféricas a Buenos Aires lleguen al Congreso en micros para sumarse a la manifestación. En tanto, la organización www.hazteoir.org convocó a un bocinazo nacional en todas las plazas de la Argentina, “en rechazo al matrimonio gay, en repudio de los legisladores que se ausentaron y ausentarán, y en ‘escrache’ a los legisladores que votaron y votarán la ley”. Y también “en defensa de la familia, los niños y valores; en defensa del hombre y la mujer, realidades distintas y complementarias; en defensa del matrimonio estable, libre y exclusivo del hombre y la mujer; en defensa de los niños, que se merecen el amor de padres normales; y en defensa de nuestra sociedad, basada en ideas y no en ideologías”.

A modo de preparación para esa manifestación, este domingo se leyó en todas las parroquias la declaración “Sobre el bien inalterable del matrimonio y la familia”, de la Conferencia Episcopal Argentina, y se rezaron intenciones por la familia. En esa declaración, los obispos subrayaban que “el matrimonio como relación estable entre el hombre y la mujer, que en su diversidad se complementan para la transmisión y cuidado de la vida, es un bien que hace tanto al desarrollo de las personas como de la sociedad. No estamos ante un hecho privado o una opción religiosa, sino ante una realidad que tiene su raíz en la misma naturaleza del hombre, que es varón y mujer…”

“Afirmar la heterosexualidad como requisito para el matrimonio no es discriminar, sino partir de una nota objetiva que es su presupuesto. Lo contrario sería desconocer su esencia, es decir, aquello que es. El matrimonio no es una institución puramente humana a pesar de las numerosas variaciones que ha podido sufrir a lo largo de los siglos en las diferentes culturas, estructuras sociales y actitudes espirituales. Estas diversidades no deben hacer olvidar sus rasgos comunes y permanentes. El matrimonio se funda en la unión complementaria del varón y la mujer, cuyas naturalezas se enriquecen con el aporte de esa diversidad radical”, afirman los obispos.