Un problema como la quema de basuras en la vía pública, que es de larga data y sin respuesta, con implicancias en la falta de educación y respeto mutuo y en la exacerbación, vuelve en el reclamo de los vecinos de las estaciones de los ferrocarriles Sarmiento y San Martín. Allí es moneda ver bolsas de residuos domiciliarios que se acumulan, como en otros sectores de la ciudad, y luego –quizás para reducir espacio– son quemadas, con la consiguiente afectación del aire circundante, que se llena de humo tóxico.

Luciana Bert es una vecina de la zona, y cansada de reclamar sin ser oída al municipio, se comunicó con este medio en reiteradas oportunidades para hacer público el problema. En este caso, la llegada de su queja fue a través del muro de Facebook de NOTICIASMERCEDINAS.COM, con la publicación de las fotos que acompañan este informe: “Esto es lo que pasa en la estación San Martín, sobre calle 10. Un nuevo basural. Los vecinos de la calle 25 entre 10 y 12 estamos cansados de que nos tiren la basura casi sobre nuestras casas. Han venido inspectores, hemos ido a hablar a la municipalidad, y el lunes el señor Alfredo Badano, subsecretario de Servicios Públicos, se ha comprometido a que esto no se repita. Pero al día miércoles estamos igual”, se quejó Luciana. “Lo peor es que esta basura (de todo tipo) es prendida fuego todos los santos días”, marcó. “Yo tengo un hijo asmático y ya no sé de qué manera pedir que esto se solucione”, completó.

Las dioxinas
Un problema que toma cuerpo con la quema de basuras, algo que no es exclusivo de la zona mencionada, sino que afecta a casi todos los barrios de la ciudad, es la generación de dioxinas.

La quema de basura en un espacio abierto, en patios interiores o en un contenedor de metal produce muchas sustancias químicas tóxicas que son dañinas para la salud humana y el medio ambiente. Entre esas sustancias químicas están el monóxido de carbono, las dioxinas, el plomo, mercurio, material en partículas, hidrocarburos aromáticos policíclicos, anhídrido sulfuroso, compuestos orgánicos volátiles y ceniza.

La ceniza de la quema de basura puede ser peligrosa para la salud humana. Puede contener sustancias químicas y metales pesados como arsénico, cadmio, cromo, cobre, dioxinas, furanos, plomo, mercurio y bifenilos policlorados. Estas sustancias químicas pueden filtrarse de la ceniza a las fuentes de agua subterráneas y de la superficie y a los cultivos alimentarios que crecen en suelos contaminados con ceniza.

La quema de basura en barriles de desperdicios emite mucha más contaminación que si se quemara la misma cantidad de basura en un incinerador industrial. La quema de basura doméstica es una de las mayores fuentes conocidas de dioxinas. La quema de basura, incluida la quema de las hojas del otoño, está prohibida o estrictamente reglamentada en muchas partes del mundo.

Cáncer en potencia
La dioxina es un químico sumamente tóxico y duradero que puede causar cáncer. Dioxina es el nombre común de la sustancia química 2, 3, 7, 8 – tetraclorodibenzo – p -dioxina o TCDD. El término “dioxinas” se refiere a un grupo de compuestos químicos similares a la dioxina que comparten estructuras químicas similares. Todos contienen carbono, hidrógeno, oxígeno y cloro. En forma pura, las dioxinas son cristales o son sólidos incoloros. Incluyen algunos bifenilos policlorados (PCB). Las dioxinas y los PCB son contaminantes orgánicos persistentes. Además las dioxinas se liberan durante la fabricación, la quema o el desecho de cloruro de polivinilo (PVC) en rellenos sanitarios.

Según el Undécimo Informe sobre Carcinógenos publicado por el Programa Nacional de Toxicología, la dioxina TCDD es un carcinógeno humano conocido porque causa cáncer, particularmente del pulmón y linfoma no hodgkiniano.

La exposición a altas concentraciones de dioxina puede causar trastornos del sistema reproductivo y del desarrollo, inmunodepresión, aumento del número de casos de enfermedades del corazón y de diabetes, cambios en las concentraciones hormonales, lesiones hepáticas y anomalías del páncreas y de los aparatos circulatorio y respiratorio.

La exposición a bajas concentraciones de TCDD puede causar dermatitis, trastornos gastrointestinales y crecimiento excesivo de vello.

La exposición a bajas concentraciones de todas las dioxinas puede causar sensación de quemazón en los ojos, la nariz y la garganta; dolor de cabeza, mareo, fatiga, visión borrosa, trastornos urinarios, dolores musculares y articulares, deficiencia de la coordinación muscular, náuseas y vómito.