Según informa la agencia AICA, el arzobispo de Mercedes-Luján, monseñor Agustín Radrizzani, viajó a Francia junto con la intendenta de Luján, Graciela Rosso, para cumplir con una invitación de la ciudad de Chartres, con el objetivo de fomentar el turismo religioso y elaborar proyectos de cooperación en áreas culturales, económicas y educativas. También se realizarán gestiones con especialistas para restaurar el órgano de la basílica.

Esta gestión de alto nivel encabezada por los máximos representantes del Ejecutivo de Luján y de la Iglesia Católica, representa un claro gesto de la sociedad lujanense para “avanzar con paso firme en el propósito de potenciar a Luján como un centro turístico religioso en permanente crecimiento en América latina”.

La comitiva, que tiene una cargada agenda de actividades oficiales de cuatro días, está integrada también por Libertad Lamarque, presidenta de la Sociedad Francesa; María Laura Miguel, pastelera de la Heladería Iceland; Laura Caro profesora de francés y miembro de la Sociedad Francesa; Juliana Buyo alumna de francés y miembro de la Sociedad Francesa y Ursula Eyherabide asesora en Relaciones Internacionales del citado municipio.

Se informó que la Secretaría de Culto de la Nación financió el pasaje de monseñor Radrizzani, mientras que el costo del viaje de los representantes municipales fue solventado por la Cooperación Internacional Descentralizada (CID), con ayuda de la Secretaría de Turismo de la Provincia de Buenos Aires, que comanda Ignacio Crotto.

Tanto Rosso como monseñor Radrizzani mantendrán diversos encuentros con especialistas en órganos con el objetivo de gestionar la reparación de ese instrumento, el Cavaillié Coll, de la Basílica, y dar “una solución a este tema que interesa y sensibiliza particularmente a los lujanenses”.

Para Rosso, la vinculación internacional de Luján “tiene como principal objetivo contribuir al desarrollo turístico, social y económico del Partido, generando y aprovechando las oportunidades que la “Diplomacia de Ciudades” plantean en sus diferentes dimensiones. Los acuerdos de hermanamiento son el instrumento por excelencia que tienen los municipios para vincularse con el mundo, son de suma importancia para llevar adelante pactos bilaterales con importantes beneficios para los lujanenses”.

Chartres y Luján tienen varios puntos en común. El más importante es que ambas ciudades son consideradas centros de turismo religioso. Y existen diferentes puntos que permitirían un hermanamiento de ambas ciudades en pos de un acuerdo de amistad de trabajo conjunto basado en los valores de paz, equidad y desarrollo económico de ambas ciudades.