Cuando ha pasado medio año ya de la muerte de José Darío Duarte a manos de una patota, el caso se ha revitalizado por un lado (con la reciente muerte de Jonatan Villalba, en similares violentas circunstancias) y tiende al olvido por otro (con el implacable paso del tiempo), aunque esto no hace mellas en los integrantes del grupo “Por un Mercedes Pacífico” y vecinos de la ciudad de Mercedes que han vuelto a convocar a marchar, este domingo 10, a partir de las 19, como cada mes, en silencio por las calles y en reclamo de justicia y por el fin de la impunidad, para que el crimen se esclarezca.

Con consignas a favor de la vida y la paz, el respeto y la tolerancia, sumando a estas el trabajo de artistas plásticos locales, este grupo de mercedinos que se manifiesta en apoyo al reclamo que encabeza la familia Duarte, de Olavarría, ha sabido encarrilar la expresión popular y sostenerla. Desde aquellas primeras reuniones en el mes de abril, una tuvo más de 2.500 personas, hasta la última, bajo la lluvia el mes pasado, se ha puesto en relieve el compromiso de quienes quieren que esto no se agote, se desvirtúe ni se confunda, como algunos otros pretenden.

Cuestiones como la violencia cotidiana siguen adelante en la ciudad y la muerte de Villalba es un claro ejemplo de que hay cosas que no cambian. Faltan motivaciones para los jóvenes, y el consumo de alcohol es señalado como un grave problema, así como el de las drogas y su distribución.

En tanto, en ámbitos políticos se discute sobre cuestiones relacionadas con la seguridad y se sigue trabajando junto a los establecimientos educativos para tratar de sacar conclusiones y avanzar en este tema de la violencia que, sin dudas, es uno de los más salientes en la realidad mercedina en este 2010.