El sábado 23 se realizó un almuerzo con ex jugadores de rugby de todos los tiempos. El encuentro reunió a 120 apasionados que compartieron un asado, anécdotas, aplausos y un homenaje al rugby mercedino con una historia en común que los une y que se ha ido tejiendo desde sus comienzos en 1974 de la mano de su fundador Carlos López Escrivá.
 
En sus palabras el “Tata” De Giano, contó cronológicamente la historia del rugby mercedino. Sus inicios con Carlos, apadrinados por el Club Quilmes, donde armaron la primer cancha en un predio del Ateneo para la juventud (Liga de Padres) y comenzaron a practicar.
 
El 29 de septiembre de 1974 jugaron el primer partido de rugby, eran chicos entre 16 y 21 años que formaron la Primera y que nunca habían jugado a este deporte y se enfrentaron con la Primera del Liceo Naval donde todavía jugaban compañeros del “viejo Carlos” que en ese momento tenia solo 32 años.

Un grupo de los ex jugadores.

Ese año y después de cinco partidos perdidos tuvieron la gran alegría de ganar el primer partido a la UREC (Capilla del Señor). Después de dos años, en el 76 jugaron con el nombre de Ateneo, luego pasaron a jugar en el Club de Golf entrenados por Hugo López. Las practicas en el Club 9 de Julio y después en un espacio iluminado en la Avenida 40 cuando todavía era de tierra.

Todo a pulmón, pero siempre guiados por una persona que les indicaba lo que había que hacer, y los demás lo apoyaban en lo que podían para organizar un club. También el reconocimiento a cuatro colaboradores que no eran jugadores, pero que ayudaron incansablemente: Arturo Belgrano, Cazenave, Robin Bolster, y Mario Mameli.
 
Después jugaron un año en la cancha del Club del Progreso que no era reglamentaria, hasta que consiguieron jugar para el Club Mercedes, donde lograron el mejor nivel de rugby. En ese momento, siempre por visión de Carlos ya empezaron con las divisiones inferiores.

Nadie quizo perderse el reencuantro.

Los colores de la camiseta también fueron cambiando. La primera con los colores de Quilmes rojo y blanco, y una raya negra, después al pasar al Club Mercedes quedó rayada en blanco y negro.

En 1982, los “viejos” jugadores de la primera (tenían 24 años), con un trabajo impecable del “Vasco” Esquerra y Guillo Traverso, y con la supervisión de Carlos, logran que la UAR (Unión Argentina de Rugby) se extienda a 100 Km con la posibilidad que los clubes del interior se integren. Lamentablemente perdieron ese campeonato y los mandaban a jugar cada vez más hacia fuera.

Como no hubo un recambio generacional, ese año se juega el último partido de la Primera. Pero había quedado una muy buena quinta división que siguió tres años mas jugando con la camiseta del Club Mercedes, comandados por Luis Paternostro.

En el año 1988-89,  Carlos otra vez inicia con los más chicos para que Mercedes tenga representación en el rugby con el Colegio San Patricio y se consigue la cancha en el Sindicato de la Carne. Ex jugadores aparecen para dar una mano en ese momento Camarata y Dogherty entre otros, armaron los Infantiles y la Primera se forma con la base de los chicos que jugaban en la Quinta con Paternostro y muchos que están hoy en el club dándole nueva vida.

Pasaron los 90 y el hecho trascendental es que se consigue el predio que MRC actualmente tiene en el sector del Parque nuevo a través de la Municipalidad de Mercedes, el club se consolida y fortifica como Mercedes Rugby Club. Con el esfuerzo de muchos y con la dirección de Carlos se fue avanzando y se incorporo al hockey femenino, que le da más socios y movimiento al club.
 
Hubo una sola persona, que fue en toda esta historia la que se movió y junto a  todos: Carlos López Escrivá. El momento emotivo, entre lagrimas y abrazos, y un ininterrumpido aplauso, Mario García Compareid, residente del MRC, entregó una placa a sus hijos Sergio y Diego López Escrivá en reconocimiento a labor de su fundador y de las tres generaciones que están el club. Expreso que “a Carlos le hubiera encantado vernos a todos reunidos, el club esta abierto para todos, hoy seguimos los pasos de él con gran esfuerzo y compromiso”.