El sábado 30 de octubre tuvo lugar el encuentro arquidiocesano de religiosas y religiosos. La fecha en Argentina se conmemoró el día 8 de septiembre, pero en la arquidiócesis, debido a varios festejos jubilares (75 años) se trasladó al día mencionado.

Así es que las 11.30 se celebró la Santa Misa, presidida por Monseñor Agustín Radrizzani en el semanario arquidiocesano Santo Cura de Ars, con la participación de sacerdotes de varias familias religiosas, de la abadía San Benito y unas treinta religiosas y laicas consagradas. Es para reconocer el esfuerzo que significa realizar largos viajes y dejar por un día las actividades propias de las comunidades, especialmente cuando son pocos los miembros de las mismas.

El arzobispo destacó en su homilía el aporte enriquecedor de los diversos carismas y vocación universal a la santidad, poniendo varios ejemplos anecdóticos de la vida de los santos. Un grupo de seminaristas también compartió la celebración y posteriormente un almuerzo fraterno, animado por cantos populares.

Encuentro de familias
El domingo 7 de noviembre se llevó a cabo un encuentro de las familias de los seminaristas. Allí se tuvo oportunidad de participar de la Santa Misa a las 11.30, presidida por Monseñor Agustín Radrizzani y concelebrada por los formadores del seminario, con la asistencia de gran cantidad de familiares de los formandos (aproximadamente 200 personas).

El arzobispo se refirió en su homilía a las lecturas bíblicas con su tema central: la vida plena, la Resurrección y luego hizo una referencia a la misión fundamental de la familia, en este caso particular, para el cultivo y acompañamiento de las vocaciones.

Se compartió luego un festivo almuerzo, animado por canciones ejecutadas por grupos de seminaristas, durante el mismo el arzobispo tuvo oportunidad de dialogar con las familias distribuidas en varias mesas y luego, en el auditorio del seminario se proyectaron imágenes de la visita del corazón del santo Cura de Ars (11 de noviembre de 2009) y se compartió, a modo de testimonio, las vivencias familiares en torno a la vocación sacerdotal, como así también las expectativas que como familia tienen del sacerdote. Esto fue muy enriquecedor ya que formadores y seminaristas también se encontraban presentes durante el diálogo.

Más tarde, una merienda animada también por música y cantos coronó la jornada.

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