Es triste reconocer que la ciudad donde uno vive se viene abajo. Quizás muchos negarán esto que digo, probablemente porque con los últimos acontecimientos en Mercedes (apertura de las calles 1 y 12, por ejemplo) creen que todo marcha bien y, sin embargo, no es del todo cierto. Cabe aclarar que concuerdo con que hay muchas obras que se están realizando en beneficio de la población pero también hay tantas otras que no se hacen.

Hablo de acciones que jamás son consideradas en el Municipio porque carecen de importancia. Hablo de poner énfasis al ambiente de Mercedes.

Hace más de dos décadas que grupos interesados en el ambiente de nuestra ciudad han puesto el foco en éste y han mostrado a la población el estado del mismo, que no es otro sino el mal accionar del hombre ante los recursos que lo rodean. Grupos que nos enseñaron a respetar, por ejemplo, el río Luján (tan maltratado); a cuidar a los vecinos que conviven con los canales (que deberían ser de efluentes pluviales y, en cambio, transportan desechos industriales peligrosos); a conocer los animales y plantas que se encuentran en nuestra ciudad; a saber cuál es la calidad del agua que consumimos y del aire que respiramos. Estos grupos durante años lucharon contra la corrupción municipal, y tanto remar contra la corriente, como es lógico, se cansaron. Se hartaron de soportar injusticias, de hablar con los diferentes funcionarios y que éstos los pasearan de un lado a otro. Les tomaron el pelo ¿sólo a ellos? A todos nosotros.

A pesar de ser joven, me horrorizo al saber que los que gobiernan la ciudad donde vivo nos matan día a día ¿Cómo es posible que el área de ambiente (que encima depende de Salud) no cuente con personal idóneo y responsable para ejercer las funciones que les asignan? Mercedes no tiene quién cuide su ambiente. El Municipio prevalece la apertura de empresas sin importarle si cuentan con la aptitud ambiental, y si la tienen, no comprueba que sea legal. Las empresas arrojan sus desechos a los canales, y por ende, al río. Los campos son fumigados con agrotóxicos. El agua que consumimos no es  confiable. Al aire se emanan los gases de empresas y de los vehículos. No hay control de los ruidos. Los animales y plantas no son respetados; y ¿después se sorprenden que el censo haya dado un número bajo, no esperado? ¿Quién quiere vivir en una ciudad donde a sus gobernantes no les preocupa cuidarla?  

Si alguien me preguntara qué le ofrece Mercedes para venir a vivir, le contestaría: aire poco limpio, aguas contaminadas, maltrato a los seres vivos, bolsas de plástico en los árboles, por ejemplo.

La población mercedina es tan conservadora que se acostumbró a que en el Parque Municipal se vea el río contaminado; a que los vecinos del Barrio Malvinas convivan con el canal de la 16 y respiren esos químicos mortales día tras día; a que en el arroyo Balta pueda matarse las especies que en él habitan y tirar desperdicios a sus aguas; a que la basura vuele por todos lados.

Las leyes no se respetan. No se respeta a la población mercedina. Da bronca que tras casi dos décadas de lucha, muchas personas piensen resignarse porque nadie hace nada. Cada funcionario que pasa por la Municipalidad, cada Intendente, cada Partido Político, prevalece la economía antes que al AMBIENTE.

¿Hasta cuándo soportaremos esta situación? ¿Cuántos grupos ambientales deberán pasar para que alguien cumpla con el deber que le corresponde?

Quisiera que la población mercedina se despierte y comience a mirar a su alrededor. La ciudad que tiene podría ser mejor. Se plantaron árboles y es una acción muy buena ¿Qué sigue? Controlar a las empresas en nuestra ciudad y en los pueblos dentro del Partido para saber qué clase de desechos originan y cómo pueden tratarlos; limpiar y cuidar el río y cada uno de los arroyos del Partido de Mercedes. Analizar el agua que consumimos, la calidad del aire y los ruidos. Tratar los residuos domiciliarios, y, por último pero no menos importante: EDUCAR.

Si los señores funcionarios pretenden seguir así sus tareas, les aseguro que las harán pero sin tranquilidad.

* Antonela Chaves es estudiante e integrante de la OGN S.O.S. HÁBITAT.

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