|
|
|
|
|||||
15/12/10 Los sucesos ocurridos en Villa Soldati, que son de público conocimiento por su repercusión en los medios, nos han arrojado a la cara la grave crisis en relación a la vivienda, o a su falta, mejor dicho. Sumado a ello, se han ventilado también, a través de distintos medios una serie de comentarios y planteos políticos xenófobos, y lo más lamentable –si cabe lo de ser “más”– es que esos conceptos abiertamente discriminatorios y violentos provienen de quienes tienen a su cargo el gobierno de la ciudad, en donde ha estallado la crisis. Tales acontecimientos deberían servirnos a nosotros, ciudadanos y obviamente, al poder político local como un llamado de atención que inste a la ”prevención”, digo, para mirarlo benévolamente, puesto que no se trataría ya de prevenir sino de proponer soluciones frente a una situación que si bien no ha explotado en nuestra localidad con las características que hemos podido ver estos últimos días, no significa que no exista. De hecho, hemos tenido casos relativamente aislados de asentamientos en Mercedes que por suerte se han podido resolver sin tener que lamentar ninguna pérdida. No obstante, seguimos sin “atacar” el problema de manera eficaz, mediante políticas activas que vayan abriendo el camino a la solución. Todo atisbo de solución es ignorado sistemáticamente, aun por quienes desde una supuesta concordancia en las ideas, se encolumnan detrás de referentes que postulan ideas progresistas. Ideas que luego en los hechos no corroboran: ejemplo concreto es la propuesta de creación de una Oficina Municipal del Inquilino presentada por Nuevo Encuentro aquí en Mercedes, inspirada en un proyecto que en la Ciudad de Buenos Aires, presentara Juan Cabandié, referente del Frente para la Victoria. Proyecto que tiene su antecedente en el Servicio Público de Alquileres que un año antes propusiéramos en el Concejo y fuera rechazado por mayoría (entre quienes se contaban los representantes del FpV local). Cabe preguntarse, si es que no pecáramos de ingenuos, cuál es la razón por la cual continúan oponiéndose a tratar proyectos que atienden a mejorar la calidad de vida de un amplio sector de ciudadanos, que viven agobiados por los alquilares que se les exigen sin ningún tipo de parámetro más que la especulación de propietarios y mediadores en las transacciones inmobiliarias; o simplemente ignorándolos. Cómo se entiende tal contradicción entre un pretendido discurso progresista y los hechos que se oponen abiertamente a encarar soluciones propuestas incluso por otros referentes de la fuerza en otros distritos. Se trata pues de la primera paradoja, vista con buenos ojos o bien, como realmente es de suponer, de ejemplos cabales de “compañeros con bandera de conveniencia” tal como los definió el periodista Werner Pertot en una columna en Página 12. Es decir, ni más ni menos, “compañeros” que forman parte de lo más recalcitrante del PJ, encubiertos bajo el manto del progresismo porque es lo que “conviene”, dadas las actuales circunstancias, y a lo cual, quienes entendemos la política como una herramienta de transformación social, nos oponemos de manera contundente. Es esta coyuntura que nos toca, un hito para detenernos a reflexionar en quiénes son realmente lo que “dicen” responder al modelo y quienes, escudados en banderas progresistas, no hacen más que desde los hechos, continuar espantando a quienes desean comprometerse con un cambio profundo en las estructuras, y vemos la política como herramienta para mejorar la calidad de vida de amplios sectores sociales postergados. Si bien vamos en buen camino, porque se ha marcado un rumbo claro que divide las aguas y nos plantea la necesidad de ejercer un rol responsable de la política, que critica y propone y sostiene su apoyo cuando es necesario porque se toma un rumbo compartido, todavía falta desembarazarnos de ciertos lastres, de los cuales por suerte, cada vez más ciudadanos reniegan. ¿Qué esperará el gobierno local para empezar a trabajar y pensar en verdaderas políticas públicas que atiendan problemas estructurales como el de la falta de vivienda para una gran mayoría de la población? Es este el momento de actuar, de pensar con otros soluciones que atiendan el reclamo de quienes no tienen un techo. En este sentido son reveladoras las reflexiones del ex ministro de acción social de la Nación, Daniel Arroyo, a raíz de lo ocurrido con los habitantes del Parque Indoamericano, para quien “hay un problema de base que tiene que ver con la falta de viviendas y con el costo de los alquileres”; al tiempo que reconoció el “desequilibrio” que genera el hecho de que en un 1% del territorio nacional -conformado por la Ciudad de Buenos Aires y el conurbano bonaerense-, viva “el 30% de la población” del país. Asimismo advirtió, en relación al asentamiento, no obstante lo cual, podrían aplicarse sus expresiones al resto de las situaciones que padecen quienes no tienen un techo, que “no hay manera de resolver” el tema de forma inmediata. Por eso, consideró que “en el medio hay que hacer una transición en el tema de los alquileres y el Estado tiene que regular en el precio de los alquileres para las personas en vulnerabilidad, si no, no hay forma de resolverlo en lo inmediato”. Y recalcó que “los ciudadanos están dispuestos a avanzar si ven un horizonte (…) cuando no es así es un esquema muy anárquico”. Casas de Botellas
Busque más en NOTICIASMERCEDINAS.COM: Búsqueda personalizada
Noticiasmercedinas.com - Actualizado 15.12.10 8:38 AM |
|
||||||
Mercedes - Bs As - Argentina |
|