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21/01/11
Las ardillas de vientre rojo llegaron a Mercedes Son oriundas del sudeste asiático. A 25 años de su introducción, se reprodujeron de tal forma en la zona aledaña al río Luján que los especialistas ya las consideran una amenaza. Son una amenaza para los frutales A falta de males en Mercedes se acaba de incorporar en el último año una nueva plaga: las ardillas. Estos simpáticos animales se están expandiendo por las zonas rurales y por el Parque Municipal a ritmo vertiginoso. Posiblemente desde la intendencia menoscaben el asunto, dados los problemas sociales y políticos en los que están sumergidos. Las ardillas a diferencia de los humanos no necesitan de planes de viviendas, ayuda alimentaria o de cooperativas de trabajo. No necesitan autopistas, ferrocarriles o micros para trasladarse. Solas se las arreglan para conseguir su sustento y no necesitan pasarse a ningún frente político para hacer daño. A veinticinco años de su introducción, esta especie de ardilla de panza roja, exótica para nuestro país, se reprodujo de tal forma en la zona aledaña al río Luján que los especialistas ya la consideran una amenaza. No es necesario aclarar que estas cosas suceden cuando el hombre hace cambios en la naturaleza tan simples como el haber liberado tres parejas en la zona Villa Flandria. La Fundación Vida Silvestre Argentina (FVSA) estableció en 1996 que se trata de la ardilla de vientre rojo (Callosciurus erythraeus), oriunda del sudeste asiático. La Universidad de Lujan también la viene estudiando. Es mas, dentro del departamento de Ciencias Básicas hay un grupo denominado de mamíferos introducidos que hacen charlas y seminarios. Para aquellos que quieran interiorizarse hasta tiene casilla de correo: ardillas@unlu.edu.ar. Al parecer el principal problema de la expansión de la ardilla, es el hombre que no sólo permite su expansión sino que por considerarla vistosa, las cazan y las trasladan de un lado a otro creando nuevos focos de invasión. Luego colonizan grandes áreas, hacen sus nidos en la altura de los árboles y se trasladan por los cables de luz o teléfono. Comen la corteza de árboles, y hacen daño en eucaliptos plantados y frutales, pueden comer higos, nueces, castañas, kiwis, manzanas, duraznos, ciruelas y peras entre tantas cosas. Se alimentan también de huevos de aves silvestres realizando un daño a los ecosistemas todavía no del todo estudiados. Lo mismo ocurre por su costumbre de roer. En el partido de Luján las persiguen principalmente por su saña contra las mangueras utilizadas para el riego por goteo, también roen los cables de teléfono, luz y televisión. La ardilla se mueve con rapidez y en un radio amplio transportando pulgas, ácaros o larvas de moscas que podrían transmitirse a otras especies y hasta enfermedades que afecten al hombre. María Laura Guichón es docente e investigadora de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA e integrante del departamento de Ciencias Básicas de UNLU y dice que catalogada como un animal simpático, protagonista querible de historias infantiles, y sinónimo habitual para describir una persona despierta y vivaz; la ardilla muestra otra cara menos amistosa. Se trata de la ardilla de vientre rojo que trae no pocos dolores de cabeza a pobladores de la provincia, se esta expandiendo a lugares como Cañada de Gómez, Escobar y La Cumbrecita por ejemplo porque la llevan como mascota. Todas estas cuestiones deberían ser tenidas en cuenta por el secretario de Producción, la Dirección de Salud (doctora Liliana Masseiro), el subdirector de Medio Ambiente Juan Carlos Suárez y por supuesto por el intendente Carlos Selva como encargado de hacer trabajar al Ejecutivo con otras intendencias y tomar cartas al asunto. En el año pasado la asignación de Control de plagas, reflejado en el presupuesto, muestra que prácticamente se hizo muy poco en el partido de Mercedes. Si la memoria no me falla, ya en época del intendente Gioscio las cotorras eran un problema y se había planeado eliminarlas cuartel por cuartel, coordinados con otros municipios como el de San Andrés de Giles. Hoy, las cotorras gozan de buena salud haciendo nidos en los Eucaliptos, faroles o cualquier recoveco que encuentren, casi podría decir que están imparables, comiendo gran parte de la producción de los campos mercedinos. ¿Se cuantifican las pérdidas? ¿No era que queríamos mejorar la producción de duraznos? ¿Por qué no hacemos mejor en diciembre, la fiesta de la Cotorra? De igual modo las ardillas han venido para quedarse en Mercedes. Los que las han visto y ya la padecen aseguran que se comen todo, que son voraces a pesar de su tamaño. Si no hacemos algo al respecto, pronto no va a quedar producción frutal en pie, entre las cotorras y las ardillas las producciones van a ser insostenibles. Pero fundamentalmente debemos empezar a pensar qué estamos haciendo con los ecosistemas, que estamos desnaturalizando todo los rincones del planeta y que las consecuencias de estos cambios siempre traen consecuencias. El control de plagas debe tomarse en serio. Son simpáticas, es cierto. Pero que no nos gane Walt Disney. Colaboración de Marcelo Suárez
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Noticiasmercedinas.com - Actualizado 21.01.11 9:00 PM |
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Mercedes - Bs As - Argentina |
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