Pienso en el poder no como desarrollo individual, sino como construcción colectiva y que ese poder se construye uniendo a los distintos actores políticos y sectores sociales.

Hay ejemplos demasiado recientes y demasiado costosos en términos de frustración y descreimiento populares como para caer en los mismos errores de creer en individualidades o condiciones histriónicas.

El legado que nos dejó el compañero Néstor Kirchner es la lucha, la participación y principalmente en la formación política, con compromiso y militancia.

Hablar sin eufemismos. Llamar a las cosas por su nombre y decir siempre la verdad y no mentirle a la gente y explicar la problemática lo más sencillo posible.

Cuando hablo de construcción colectiva, es porque ya no hay lugar en la Argentina de hoy para las divisiones si no por el contrario para este gobierno la herramienta fundamental es la inclusión social.

En la década infame de los 90 se veía un país vaciado de ideas, sin discusión política y que se prestaba para el aventurismo individual y electoral.

En la política actual lo más importante es convocar a todos los sectores a una nueva gesta.

Pero los dirigentes que hoy ocupan cargos de decisión y de gestión tienen que proteger a los militantes, referentes barriales y no exponerlos para defender una u otra posición, si no que son ellos los que tienen que resolver las cuestiones tanto internas como así también de la problemática local, convocando al diálogo para discutir proyectos, ideas y convocar a los distintos sectores de la sociedad de Mercedes donde también es responsable de lo que pasa en Mercedes, tiene que tener un grado más alto de participación y compromiso concreto por lo público. Además debe interiorizarse de los temas que le son parte, antes y durante, y no esperar que las cosas sucedan para bien o para mal. Por esto la participación es indispensable.

Es por eso que creo en la construcción plural. La historia nos demuestra que los cambios a favor del pueblo y de la Nación nunca se construyeron con un solo sector, ni aún cuando este fuera el de los trabajadores.

Creo en la necesidad de un cambio generacional y de renovar nuevos aires y eso está expresado en la juventud.

Los grandes cambios se produjeron cuando hombres y mujeres de distintos sectores, trabajadores, empresarios, intelectuales y profesionales trabajaron mancomunadamente para el bien común.

Hay que construir la política, pero con todos, donde lo colectivo vuelva a ser posible, donde la política sea una convicción y una vocación al servicio de la gente.        

Nadie tiene que renegar de su pasado ni de su presente, ni de su historia ni de su identidad.

Acá nadie tiene el Peronómetro ni el Kirchnerómetro, para decir quiénes están con el proyecto o no, la sociedad sabe muy bien cuál es el rol de cada uno. No nos olvidemos de que en la última elección el Frente Para la Victoria salió tercero. Y no se pudo garantizar el triunfo. Entonces nadie puede tirar la primera piedra.

Porque era el momento de afianzar el Proyecto Nacional y en Mercedes no se pudo lograr…

La gestión no se cambia con el coraje verbal o mediático. La gestión se cambia  haciendo lo que hay que hacer, en el exacto lugar donde cada uno ha elegido estar o ha sido puesto por el voto popular.

No es fácil ni gratuito hacer coincidir las palabras con las acciones.

En síntesis, volver a la política entendida como idea y como acción. Vinculada otra vez con un proyecto colectivo. Reconstruyendo cada uno desde su lugar la identidad nacional perdida, este es el desafío. Algunos estamos dispuesto a darlo.

Creo que tenemos que tener compromiso político, tanto los que ocupan lugares preponderantes de decisión como aquellos que no los tienen. Hay que trabajar para la comunidad.

Y en lo político se tendrá que resolver con internas abiertas así la gente decide a quién quiere como candidato y que lleve adelante el mejor proyecto. Hay que dejar que la gente se exprese libremente y respetar lo que el pueblo manifieste.

Y lo único que importa es defender el Proyecto Nacional y Popular, que empezó con Néstor Kirchner y lo continúa la Presidenta Cristina Fernández, que va por encima de los proyectos personales.

Tweet