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03/04/11 Nuestro presente puede leerse como un calco de lo que era hace un año y a su vez como una copia de un tiempo precedente, una copia desvaída, poco clara. Como en un juego de espejos estamos en donde todo parece, pero nada “es”. Nuevos actores juegan los roles en el ruedo público y otros tras bambalinas esperan el turno; lo cierto es que cuando comienzan a salir al escenario más o menos con las mismas prendas, y asoman algunos parlamentos, el público aburrido no puede más que atinar a susurrar “a esta obra ya la ví”. Nada nuevo, un panorama tristemente repetido; copia fiel de una copia fiel de una realidad que todavía no se deciden a modificar y que se mira con desidia a veces, con resignación o desdén, pero siempre con el regusto desabrido o amargo de lo ya visto y vivido. Hace unos meses, casi diez, había escrito algunas reflexiones en torno a los temas pendientes que es necesario debatir y ya lo ve, seguimos en la misma, porque lo único que se observa y me cito a mí misma, son tímidos “jueguitos para la tribuna”. Marquesina más o menos, la sustancia del debate, sigue siendo hueca, o más bien una especie de mazacote chirle en donde se entreveran discursos remanidos y sigue siendo, valga la paradoja, insustancial. ¿Es que a nadie se le ocurre ponerle el cuerpo al debate? Tiempo auspicioso para la confrontación de argumentos y sin embargo las ideas siguen haciendo mutis por el foro. Y no es que no se les haya dado letra (o propuestas), siguen sistemáticamente ignorando que el mandato, remitiéndome a quienes ocupan cargos públicos o pretenden ocuparlos es “servir para algo”. Falta voluntad, coraje, decisión para encarar cambios profundos. El desafío es construir, hacerse cargo, ponerle el cuerpo al discurso para exigir modificaciones en el orden de cosas imperante y presentar propuestas y estar dispuestos a construir una ciudad para todos en mejores condiciones que las que tenemos. Siguen secándose en el tintero de la acción, una serie de temas para los que es necesario tomar una determinación y encararlos con soluciones concretas. Vivimos día a día con cuestiones pendientes, desde hace tiempo, anclados en la anomia y la falta de compromiso de un lado y de otro; compromiso de actuar, y de exigir. De escuchar al otro, pero de escucharlo en serio. Vivienda, participación ciudadana, la tan vapuleada transparencia en la gestión, cultura, salud, educación, recreación y un sinnúmero de situaciones demandan, exigen, esperan el accionar de alguien que abra las puertas al “espectáculo público” de nuestra vida en comunidad, que empiece en serio a escribir la obra en la que como ciudadanos, seamos protagonistas. Siempre dijimos que hay otra forma de hacer política, es una certeza, porque lo hemos hecho, porque existe un lugar donde se ha demostrado que la gestión puede ser eficiente, ética y transparente; de lo que sucede en Morón tomamos el ejemplo para continuar aportando proyectos, ideas y propuestas que sí son viables. Y pese a que han sido y son sistemáticamente ignoradas por todas las fuerzas del arco político local, incluso en el debate, seguimos insistiendo en la convicción de que es posible una ciudad diferente. En Morón fue y es posible, porque ha habido coraje para emprender el cambio que la ciudadanía reclamaba, también en Mercedes puede ser; por eso desde Nuevo Encuentro venimos a poner el cuerpo para convertirlo en realidad.
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Noticiasmercedinas.com - Actualizado 03.04.11 11:44 PM |
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Mercedes - Bs As - Argentina |
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