La principal función de la prensa escrita es informar a la población de los acontecimientos importantes que ocurren a diario, y aconsejar a las autoridades para la solución de problemas que afectan e interesan a la población. Por ello, los reclamos periodísticos no deben molestar a las autoridades porque es un derecho elemental que puede estimular para lograr soluciones, generalmente conducentes a un mejor nivel de la cosa pública que tiene, por cierto, infinidad de facetas diferentes.

Una de ellas, que enfocamos en esta nota, se refiere al mal estado en que se encuentran dos antiguos históricos puentes ubicados en las cercanías de nuestra ciudad. Se trata de verdaderas reliquias históricas de gran raigambre en nuestra ciudad ya que ellos están conectados históricamente al variado crecimiento de Mercedes, con capítulos importantes de Mercedes. Se trata del histórico puente del Cañón de estructura mixta de hierro y madera y del no menos recordado puente de madera sobre el Arroyo Frías, en el primitivo camino a San Andrés de Giles. En ambos casos están totalmente abandonados a su suerte, ya sin barandas protectoras y ninguna labor de conservación.

Cuando el joven Florentino Ameghino, después convertido en notable científico internacional, descubrió a pocos metros del citado puente del Arroyo Frías, el primer resto humano fósil, convirtió a ese paraje en un lugar de trascendencia científica mayúsculo. En 1873 realizó esa hazaña: se trataba del primer esqueleto humano fósil para toda América y el segundo a nivel mundial, después del Hombre de Neandertal, Alemania.

En su descripción original del hallazgo Ameghino citó: “... en las cercanías del Puente del Arroyo de Frías...”. Ese sólo enunciado del descubrimiento que despertó admiración en los medios científicos de París durante la Exposición Internacional de 1880, sería más que suficiente para que el puente de madera del Arroyo Frías y sus aledaños citados por Ameghino sean preservados en su estado original, sin balnearios o tierras privadas para camping u otros fines comerciales. Simplemente preservar el lugar por la trascendencia científica que generó allá a fines del siglo XIX. Un reciente trabajo científico de investigadores platenses y de la Universidad Nacional de Olavarría ha demostrado que los restos humanos fósiles del Arroyo Frías son los más antiguos registrados hasta ahora en América del Sur, con una antigüedad de 10.500 años. Le siguen otros restos del sur de la provincia, Necochea, Miramar, con 8.500 años de antigüedad.

El otro puente, también histórico, que referimos en esta nota es el del Cañón, citado con más frecuencia que el del Arroyo Frías. Albor Ungaro, viejo vecino de Mercedes, con profundo idealismo social y cultural, nos ha remitido este romance sobre el puente del Cañón. 

VIEJO PUENTE DEL CAÑON
 
Viejo puente del Cañón
Se te está viendo el pellejo.
Despintao y super viejo
estás  como en un rincón.
Se me parte el corazón
Por verte en ese abandono
Y lo digo en este tono
Porque como mercedino
Me acuerdo de Ameghino
Y me asalta la emoción.

Yo recuerdo tu pasao
Cuando eras firme sustento
Pa´l paso del  Regimiento
A un campo del otro lao.
Y en ese campo emprestao
Como si fuese una yerra
Se adistraban pa la guerra
El jefe con el soldao.

Señoreabas sobre el río
Allá en el cuartel noveno
Y el vecindario sereno
En eterno desafío
Te cruzaba día por día
Porque tenías la porfía
De prestar siempre servicio
y ofrecer tu beneficio
A toda la paisanada.
Que de no, quedaba aislada
Maldiciendo el desperdicio.

Yo me acuerdo que a tu vera
Pasaba el camino real
Y allá en la curva final
En una quinta pionera
Tenía Foguelman su rancho.
Se llegaba lo más Pancho
Con su yegua trotadora
Tirando su carricoche
A espiar la Cooperadora
Pa que no hubiera derroche.

¡Viejo Puente del Cañón
Sobre  tu Luján eterno!
Las heladas del invierno
Te gastaron poco a poco
Y es por eso que te evoco
Recurriendo a mi memoria
Pues sos parte de una historia
De la que ya queda poco.

Don Belindo 

Nota pa´ los despistaos: Don Foguelman presidía la cooperadora del Colegio Nacional y en esa quinta tenía de todo, sembrado, plantado y cuidado por propia mano. Con Landi y Cueto, a puro pedalear, luego de refrescarnos bajo el Puente del Cañón con algunas zambullidas, llegamos a la quinta a charlar o discutir con Lydia, su hija, sobre Marx, Engel o Bakunine. Lydia era comunista dogmática y nosotros no. Esa quinta fue luego adquirida por el Dr. Lasala. Lydia  se casó con el ingeniero Coriat (tienda de 17 y 12). Se fueron de Mercedes y no los vimos más. Sé que murieron (o los murieron) muy jóvenes.

Albor

Puente del Cañón

Los viejos puentes marcaron un avance en los caminos que debían salvar el paso de los ríos y arroyos.

Hoy existen algunos cuyas estructuras mixtas de hierro, madera y mampostería perduran, olvidadas de su preservación, verdaderos hitos en la historia de las comunicaciones, algunos por la modificación en el trazado de caminos fueron dejados de lado, otros suplantados por estructuras de hormigón, junto a ellas afloran los basamentos de ladrillos que datan del siglo XIX, lugares por donde anteriormente existieron los tradicionales vados naturales.

Entre los puentes que existen en Mercedes se encuentra el llamado Del Cañón, radica esta denominación ya que a pocos metros se encontraba un cañón colocado por el agrimensor Raimundo Prat y Puig en 1830 que determinaba el ángulo nordeste del ejido del partido de Mercedes, zona ocupada por quintas y pequeñas chacras destinadas al abastecimiento de alimentos al núcleo urbano, más allá de este límite se encontraban las grandes extensiones donde se desarrollaba la ganadería y la agricultura a gran escala.

Este cañón colocado como mojón estuvo primitivamente en la margen derecha del río, pero esta costumbre nuestra de remover y cambiar monumentos lo llevan a la margen izquierda donde el Rotary Club lo enmarca con un basamento colocándole una placa hoy desaparecida. (1) (Publicado por El Oeste 18/8/10)

El licenciado Ricardo Tabossi publica en 1996 un documentado artículo historiando el origen del puente Del Cañón, en ocasión de cumplirse el centenario de su construcción.

De las razones de su emplazamiento, el intendente de entonces Dr. Leopoldo Ojea presenta un proyecto al Honorable Concejo Deliberante, que es aprobado la ejecución del puente con planos del ingeniero Ortiz, finalizada la obra en el año 1896.

Se llama a concurso para adjudicarle un nombre, resultando desierta la convocatoria, quedando la denominación Del Cañón, su hito cercano. (2) (Publicado por el Oeste 9/1/96).

Hoy su estado es deplorable y peligroso siendo su estructura digna de ser puesta en valor.

Y así llegamos al meollo de esta nota que es nada menos que el proyectado, y ya adjudicado, puente de cemento sobre el Río Luján, para conectar ambos sectores del Parque Municipal, aunque esa misión la cumple amplia y románticamente la vieja Pasarela. Si entendiéramos que los parques son para distracción y goce de las personas, podemos concluir que un puente de cemento “inter-parque” además de impactar negativamente en el verdor natural del paisaje del parque, servirá claro está para el veloz paso de vehículos inevitablemente fumigando con aspirable tierra a los presentes, y también muy útil para los abundantes motociclistas (la mayoría de ellos sin casco protector), para sus escapes libres y rompan la aburrida monotonía de un paisaje tranquilo y silencioso.

Si hablaran los viejos puentes sobre el Río Luján se oirían sus gritos desesperados “¡arréglenme!, ¡vean mi pésimo estado, y mi pintura, y mis barandas!”

Creemos que lo mercedinos que conocen sólo un poquitín de historia y de patrimonio reclaman unánimemente que primero se repare lo existente y que después, previa consulta pública, se haga o no el puente “inter-parque”.

* José Bonaparte es paleontólogo de reconocimiento internacional. Se lo conoce como uno de los maestros de la paleontología de la era Mesozoica. Es el descubridor del Argentinosaurus. Está radicado en Mercedes

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