Con la participación de los obispos Agustín Radrizzani y Héctor Cardelli, se realizó en Mercedes el Encuentro de la Pastoral Penitenciaria Buenos Aires Zona Norte. Fue este sábado, durante toda la jornada, en el Seminario “Santo Cura de Ars”, y con participantes de la diócesis de Mercedes - Luján, Zárate - Campana, San Nicolás y Nueve de Julio, con “la dignidad de cada ser humano” como el tema central.

Por la mañana y tras la presentación de la Pastoral Penitenciaria Nacional; se trató el tema del encuentro en dos ámbitos: los sacerdotes capellanes con el obispo Héctor Cardelli; y todos los agentes pastorales, penitenciarios, catequistas, e integrantes del Poder Judicial, con el padre Norberto Chirigliano.

Tras un almuerzo en el casino de oficiales de la Unidad Penal Nº 5, y un recorrido por las instalaciones de la cárcel, alrededor de las 15 horas se retomó el temario, sobre “El Servicio Penitenciario Bonaerense y la Pastoral Penitenciaria”, a cargo del Prefecto Miguel Magdalena; y hubo un panel sobre la misión del agente de la Pastoral Penitenciaria en relación con el Poder Judicial, presentándose además algunas experiencias pastorales.

El cierre fue con una misa presidida por el obispo Cardelli, de la diócesis de San Nicolás, con todos los participantes. Tras la misma y como conclusión sobre el encuentro, consultado por este medio dijo que sirvió “para ahondar la fraternidad, unificar criterios, estimularnos con el trabajo que hacen los hermanos en los distintos penales, alegrarnos por los frutos positivos pero también analizar las dificultades con que nos vamos encontrando en este camino”.

“La Pastoral Penitenciaria es bastante nueva en Argentina. Estamos dándole una organicidad a nivel nacional, Buenos Aires está divida en tres zonas, y esta es la Norte”, indicó quien es responsable de la Pastoral Penitenciaria por la Conferencia Episcopal Argentina.

“Estos encuentros nos hacen bien, la exigencia de la Pastoral es muy grande”, reflexionó Cardelli. “Hoy día los penales están atiborrados de mucha gente joven y muchachos que vienen de situaciones de violencia. Han sido las primeras víctimas y se han hecho victimarios. Se han encontrado en lo mejor de la vida con la peor situación y debemos ayudarlos a que miren la vida de otra manera. Se puede, sobre todo porque son jóvenes”, consideró ante este medio. “A veces llegan de familias muy dificultosas”, amplió, “transitando caminos como la droga, la violencia, el delito, la delincuencia, es una suma de situaciones dolorosas, que inevitablemente destruyen las perspectivas de vida”.

Sobre los planteos del encuentro de la Pastoral Penitenciaria, el obispo marcó que uno de ellos fue la vuelta a la sociedad de los que atravesaron el proceso penal: “Es un tema que estuvimos plantando el pos cárcel, el pos muros, el acompañamiento posterior, ver cómo podemos al menos desde la Iglesia colaborar. Los organismos están, el Patronato del Liberado por ejemplo, pero no funciona. Es preocupante, porque vemos que a esto no se apuesta, hay otros intereses en la sociedad”, indicó Cardelli.

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