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13/06/11 Para conocer más sobre la relevancia de una información que llegó a muchas redacciones periodísticas del país a partir de una nota publicada en el bisemanario “El Civismo” de la vecina ciudad de Luján, sobre la enfermedad que contrajo un niño luego de ser rociado con agrotóxicos que se usan para la fumigación, en la zona rural de Mercedes, fue consultada por este medio la ambientalista santafesina, abogada y escribana, doctora Graciela Cristina Gómez, quien es especialista en el tema e interviene en el caso de la familia Milesi, propietaria del Hotel de Campo “El Tizón”. - ¿Usted tiene intervención en el caso de la enfermedad de Juan Estanislao, como profesional? ¿Cómo se involucra en él? Por medio de un correo se comunican conmigo por conocerme a través de los medios cuya difusión fue muy grande respecto al caso de la beba Julieta Sandoval, de Santiago del Estero, que lamentablemente ya falleció, con solo siete meses de vida debido a las múltiples malformaciones con las que nació a causa de las fumigaciones. Otro caso que tengo es el amparo contra la comuna de Ibarlucea, Santa Fe, y contra esa provincia, por violación a la ley de fitosanitarios al sancionar una ordenanza que permite en esa localidad fumigar a 100 metros de las casas y donde un niño de 9 años resultó afectado por el insecticida karate, que se aplica para la oruga de la soja y cuyos análisis dieron positivo. Nadie quiere tomar este tipo de casos y además no hay abogados en la materia, asimismo el desconocimiento de los jueces es una materia pendiente porque lo demuestran en los fallos aberrantes y vergonzosos que leemos y la ignorancia sobre lo ambiental que justamente será el tema y el desafío de los próximos años. La mujer deslizó fuertes críticas a la política nacional en materia productiva, a la falta de leyes en el ámbito provincial, al papel de la justicia - ¿Cómo seguirá el caso?, ¿hay una denuncia penal efectiva o se hará? La Defensoría del Pueblo de la provincia de Buenos Aires va a abrir un expediente. Yo envié la información que pidieron y estoy a la espera de un llamado que, de no hacerse efectivo durante esta semana, voy a empezar la semana próxima con las cartas documentos a los dueños de los campos, a la Municipalidad, y se abrirá una causa penal y/o amparo. - ¿Cuál es, a su entender, la ley que falta para regular en el ámbito provincial este tipo de aplicaciones con agrotóxicos? De las leyes provinciales ninguna de ellas sirve. La legislación es confusa y la multiplicidad de jurisdicciones y delegar a los municipios el control de algo tan delicado como lo es la aplicación de estos verdaderos tóxicos-venenos de alta peligrosidad creo que es la falla tan grande y la debilidad en la aplicación de las leyes por los organismos que tienen a cargo el contralor. Es por ese motivo que estamos exigiendo una ley nacional, una ley marco que regule y sancione esta locura sanitaria que no se publica y que se pretende seguir ocultando pero que es imposible negarla. Los casos se multiplican y la realidad no puede taparse porque hoy son estos niños, mañana puede ser el hijo del productor, del intendente o de la presidenta, todos estamos en la lista, esto nos afecta a todos, la contaminación es más grave de lo que se publica. - ¿Qué opinión le merecen las expresiones del presidente de la Sociedad Rural de Mercedes y concejal Carlos Aristi, de que “el glifosato se utiliza más que el agua” minimizando el efecto de su toxicidad? Lo he dicho en una radio de Luján: este señor creo que tiene una gran ignorancia supina respecto a sus expresiones porque habría que preguntarle por qué no se toma él un vasito de esa agüita-glifosato todos los días en el desayuno y riega las plantas de su jardín todos los días como lo hacen en las vías del tren y en las estaciones, donde miles de niños y adultos desfilan cada día respirando el veneno. Siempre el sesgado de malezas se realizó manualmente y con cortadoras de pasto, pero ahora el desconocimiento que tienen estos pseudos representantes del pueblo de los estudios científicos sobre la peligrosidad de ese producto hace que digan las barbaridades que dicen. Eso también es culpa del lavado de cerebro que tienen los ingenieros agrónomos que asesoran mal, quienes muchos de ellos reconocen el desastre ambiental que esto produce, en cambio otros siguen repitiendo que es “biodegradable y que al contacto con el suelo desaparece” lo cual es una gran falacia, por la que la empresa Monsanto perdió varios juicios. - En Mercedes crece la composición de cultivos transgénicos sin cesar en los campos y se siguen abriendo locales de venta de agroquímicos, incluso en zonas del partido se siembra al costado de las rutas. ¿Cómo volver atrás con estas prácticas? ¿Cuál es a su entender la alternativa? La alternativa no voy a darla yo, eso es tarea del Ministerio de Agricultura, de cada secretaría de la Producción, de las universidades que educan para el agronegocio y del gobierno que debe dejar de apoyar este modelo tóxico. Se sigue negando el fracaso de la siembra directa, que en pocos años vamos a tener sus resultados en un suelo que no da para más, y dejar de promover más sojización cuando lo único que nos trajo es cáncer y muerte. El abandono, el destierro de los pequeños productores, no hay mano de obra en la sojización, sólo trabajo esclavo y connivencia de cada uno de los actores que sostienen este agrocidio, esta muerte del campo. Así mismo me gustaría decirles a los que sólo piensan en la renta y en el PBI si se pusieron a pensar por un momento las externalidades que no están en los números de las exportaciones donde con cada grano envenenado que se exporta se va también el agua, el suelo, el fósforo y los nutrientes de nuestra tierra totalmente gratis. - Por último, se dice que los alimentos que consumimos en base a transgénicos incluyen los venenos y pueden provocar alteraciones genéticas o en la salud. ¿Qué piensa de ello? Es verdad, ya estamos viendo la bacteria en la Unión Europea, no era ni el pepino español ni nada parecido, era el brote de soja. Ellos no aceptan los transgénicos ni al veneno sin embargo compran el forraje de los países cuyo fuerte son los monocultivos y eso lleva el veneno en cada grano: fumigado con glifosato, atrazina, 2-4D, y para rematar en los silos se lo vuelve a fumigar con fosfina hasta que sube al barco. La UNL descubrió en las milanesas de soja sacadas de la góndola del supermercado, aún luego de pasar el proceso industrial, que todavía tenían restos de pesticidas. Cada verdura de huertas cercanas a las grandes plantaciones de transgénicos conlleva la contaminación por polinización, porque no puede coexistir cerca algo orgánico con un organismo genéticamente modificado. Eso es imposible. No estamos teniendo en cuenta la dimensión del problema. Mi nota “Lo que hace el glifosato es transmitir el SIDA a las plantas” lo dice todo.
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Noticiasmercedinas.com - Actualizado 13.06.11 11:38 PM |
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Mercedes - Bs As - Argentina |
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