El 7 de julio se conmemora el Día de la Conservación del Suelo, en memoria del fallecimiento del Doctor Hugh Bennettt, creador del Servicio de Conservación de Suelos de los Estados Unidos y defensor de la preservación de la integridad del recurso natural suelo, de primordial importancia para la actividad agropecuaria.

Decía el Doctor Bennet en su obra "Suelos y Alimentos: una crisis del Mundo", editada en 1943, que el agricultor debe ser un biólogo y un ecólogo y no un productor mecánico de alimentos. Este concepto adquiere más vigencia a raíz de las actuales circunstancias y avances de nuestra agricultura.

En los últimos 20 años la agricultura argentina tuvo un crecimiento extraordinario que permitió pasar de 40 a 100 millones de toneladas de producción de granos. Esta situación, si bien es positiva y deseable para la económica nacional, plantea algunos interrogantes relacionados con la vulnerabilidad creciente de los agro-sistemas y la sustentabilidad del sistema en su conjunto.

Períodos húmedos en las últimas décadas y aplicación de las nuevas tecnologías para hacer agricultura han permitido incursionar en ambientes de mayor fragilidad y riesgo climático, en los que hace algunos años resultaba impensable llevar a la práctica la explotación agrícola.

El uso de buenas prácticas agrícolas, las rotaciones de cultivos, la aplicación de tecnologías para su conservación así como para la prevención de los procesos de erosión, compactación, desmineralización, deforestaciones y contaminaciones del suelo constituyen una responsabilidad que involucra a todos los actores que participan en la actividad productiva.

Es fundamental que tomemos conciencia de los riesgos que implican la pérdida o degradación de este recurso y de la vulnerabilidad del mismo.  

* El ingeniero agrónomo Arturo Bojorge es responsable de la Agencia de Extensión INTA Mercedes