Cada vez más sana debería ser la humanidad. Eso es progreso.

El ser humano empezó en la naturaleza silvestre. Por eso para estar bien precisa (entre otras cosas) estar con tierra y plantas, y con animales libres.

Y el ser humano necesita ser libre, ver horizonte, cielo, nubes, sentir y oír el viento, oír pájaros libres…

La gente moderna se acostumbró a la cárcel de lo artificial: edificios, fábricas, oficinas, shoppings. Y a las máquinas: computadora, celular, auto, tv, walkman.

Por eso a muchos les da miedo y asco la tierra. Tienen terror de que las plantas críen bichos. O creen que plantas y animales silvestres son aburridos, que en el campo “no hay nada”.                                                

Otro tema es creer que el único valor es la plata, error grave, viene por estar en ciudades, donde la única forma de tener todo es comprar (en la naturaleza, en el cosmos, no se compra, no hay plata).

Por esos dos motivos tapan la tierra con cemento: el canterito del patio. El baldío. El jardín. Quinchos, patios, garajes. Vender el jardín, el que compra hace otra casa; o un “p.h.” sin jardín. Esto daña al humano y a todos los seres.

Hay que dejar algo sin sepultarlo con cemento.

¿Parece simple o tonto? Debería ser obvio; si no lo es, eso indica la enfermedad mental de la gente moderna, hecha por el encierro en lo artificial.

 

Ricardo Barbetti es biólogo, integrante del Museo Argentino de Ciencias Naturales "Bernardino Rivadavia" y del Instituto Nacional de Investigación de las Ciencias Naturales. Tiene un Jardín Natural en su casa de Vicente López.

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