La práctica política requiere inteligencia, sensatez, racionalidad, sagacidad. También pasión, espíritu, motivación, solidaridad. Principalmente reflexión. Cada una de estas cualidades son necesarias, todas imprescindibles, pero cada una en su debido momento: "Todo armoniosamente y en su justa medida", decía un General, llamado Juan Domingo Perón.

Adquirir la perfecta combinación de estas actitudes es la que forja líderes. Líderes que saben cuando empezar, cuando parar, cuando seguir, cuando reflexionar, cuando callar, cuando aceptar. Además esos líderes, por la condición de tales, transmiten esa decisión no como una orden, sino como una opinión que es aceptada por los demás.

Las primeras declaraciones de Wado (a quien conozco personalmente poco, pero me dejó una impresión de una persona inteligente y carismática) después de conocer los resultados del 23, me llamaron la atención. Me sonaron más a un exabrupto post-revés electoral, que a un análisis político que pueda explicar la derrota del candidato Ustarroz.

Como consecuencia de sus declaraciones, varios militantes del Frente Mercedino, replican estas pseudoconclusiones en Facebook, en las radios, en otros medios gráficos. Deberían reflexionar cuáles son las razones del triunfo de Selva, o de la derrota de Ustarroz.

Obviamente el radicalismo tiene que revisar las decisiones que se tomaron y las consecuencias que éstas causaron. Pero esto es un tema de radicales. Me gustaría llamar a la juventud de La Cámpora (como dice Wado en su nota) y pedirles que reflexionen. Que hagan la lectura política de la derrota y no encuentren sólo excusas.

Si algo quedó en evidencia es que la llegada de ministros y de empresarios para señalar a un candidato no alcanza. Que el marketing político exacerbado cansa. Que la práctica clientelar de la llegada de camiones de Desarrollo Social de la Nación es efímera. Que el ninguneo de la cuestión institucional trae consecuencias electorales negativas.

Por otro lado, la fuerte polarización de la elección local es consecuencia directa de la decisión del Frente Mercedino de no enfrentar a Selva en las primarias, como el espíritu de la ley indica. Ante la extrema polarización, algunos radicales votaron a Selva, así como otros correligionarios votaron por Ustarroz, apoyándolo además en solicitadas públicas.

Obviamente el radicalismo tiene que revisar las decisiones que se tomaron y las consecuencias que éstas causaron. Pero esto es un tema de radicales.

Me gustaría llamar a la juventud de La Cámpora (como dice Wado en su nota) y pedirles que reflexionen. Que hagan la lectura política de la derrota y no encuentren sólo excusas. Esas excusas no les permitirán crecer. Saquen conclusiones positivas y sigan construyendo alternativas para Mercedes.

Ustedes y nosotros seremos actores claves en al política local en los próximos 40 años, eso nos demanda madurez política.

* Lucas Fal es integrante de la agrupación Cantera Popular de la Unión Cívica Radical, ex presidente del Comité de Distrito Mercedes, Coordinador Ejecutivo de la Filial Mercedes del Instituto de Pensamiento y Formación “Moisés Lebensohn”.