Este martes 10 de abril, a dos años de los asesinatos de Darío Duarte y Johnatan Villalba, los Vecinos reunidos bajo el nombre “Víctimas de la Violencia en Mercedes” volvieron a convocarse ante los medios de comunicación para plantear que hay “peligro de impunidad” en ambos casos, que siguen un derrotero judicial no del todo claro. Además, realizaron con la ayuda de integrantes de la Asociación de Artistas Plásticos Mercedinos una performance  a la que denominaron “Enlutamento de la libertad”.

“Es esta una obra inscripta en la corriente de los empaquetamientos urbanos. La intención es destacar el simbolismo de la estatua de la libertad a través de su ocultamiento al envolverla con una tela negra, que es a su vez el color asociado al luto y la muerte en occidente”, indicaron.

Sobre las muertes de Duarte y Villalba, destacaron que “estas fechas son siempre difíciles, Especialmente para los seres queridos de las víctimas”.

“Básicamente, les recuerda la pérdida en forma incomprensible, de la vida de su ser amado. Repasan, quizás alguna palabra, gesto o situación que hubieran querido decir o hacer y no pudieron. Revisan esos días una y otra vez y se dicen que si le hubieran sugerido tal o cual cosa, los trágicos hechos no hubieran sucedido. Es una trampa sin salida”, indicaron mediante un comunicado, que leyeron a viva voz.

“Y es inútil. Dramáticamente inútil. El tiempo no puede jamás volverse atrás. Además, quién no hubiera encontrado casi ridículo que una esposa le diga a su marido que no vaya a trabajar a Mercedes o a una madre que su hijo no salga a divertirse por que los podían matar, ¿No? Pero atención, que esas situaciones que a la distancia parecen ridículas nos pueden suceder a cualquiera de nosotros, en cualquier momento. Mientras las heridas estén abiertas, los seres queridos y amigos no pueden elaborar el duelo, tener un mínimo de paz en el alma”, agregaron.

En este sentido, marcaron que habiendo decidido peticionar como vecinos –de muchas maneras– porque se termine esta violencia gratuita y se haga justicia, “tenemos la sensación, en el balance que imponen los aniversarios, que hemos logrado un sinnúmero de cosas, como por ejemplo el trabajo realizado en las escuelas, una toma de conciencia en las familias de que esa etapa funesta de Mercedes debe quedar atrás para siempre, mantener vivo el tema en la comunidad”.

“Sin embargo, algo nos incomoda sin remedio. Algo no está cerrando. Es que existe, quién puede dudarlo, peligro de impunidad. Se podría argumentar –y en principio con cierta razón–  que estamos prejuzgando. Que aún no se ha expresado la Justicia. Es que vivimos en un lugar real, en un país concreto y en una sociedad mercedina de estos tiempos”, plantearon y revisaron el origen y las definiciones de “impunidad”, encontrando dos que sobresalen:

• Del latín Impunitas: libertad absoluta, desenfreno, exceso que no recibe freno o castigo alguno…

• Del Derecho Internacional: la impunidad es especialmente común en países que carecen de una tradición del imperio de la ley, sufren corrupción política, tienen arraigados sistemas de acomodamiento político, o donde el poder judicial es débil, etc.

“Y entonces vamos entendiendo mejor. Hace muchas décadas que venimos sufriendo un marco de impunidad acordes a las dos definiciones que anteceden. Basta recordar los crímenes de la dictadura que aún se están juzgando, y los casos más resonantes que nos conmovieron, María Soledad y José Luis Cabezas por ejemplo, dónde hubo condenas y hoy todos están libres. Y luego los infinitos casos de familias que perdieron sus hijos y aún deambulan luchando por justicia. Para citar a algunos que se nos parecen demasiado; las historias de Matías Bragagnolo y Matías Jano Fernández. A los dos los mataron gratuita e inexplicablemente cuando se estaban divirtiendo sin molestar a nadie. En los dos casos un grupo de jóvenes, sin razón y cobardemente los apalearon sin oportunidad de poder defenderse. Ambas familias debieron hacerse expertas en Derecho, conocer los atajos, los golpes bajos y las triquiñuelas abundantes que hacen que un caso judicial se transforme en un largo periplo lleno de pesadillas. Un verdadero laberinto dónde lo primero que se extravía es el Sentido Común y luego la Verdad”, indicaron.

“En el caso de Matías Bragagnolo, su padre debió luchar denodadamente para que el crimen no prescribiera, luego de esperar 6 años por un juicio que aún no llega. En el de Jano, fue un boxer que halló el arma asesina. No las autoridades, sino el perro de un vecino. Para que agregar más detalles. En todos los casos antes descriptos, -antes  o después del juicio- triunfó la impunidad. Por eso cuándo llegan estas fechas tenemos miedo. Miedo de que Darío Duarte y Johnny Villalba pasen a integrar las listas de la No Justicia. Sería un error gravísimo y una derrota para todos. Incluso para sus victimarios. Pero es posible. Hasta que no se demuestre lo contrario y por mucho tiempo. Cada vez que una víctima cae muerta, en Argentina -y Mercedes también- hay inevitablemente… peligro de impunidad”, completaron.

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