Últimamente se ha adoptado la costumbre de mentir sobre la historia reciente de los argentinos, de “contar” la historia como nos conviene, total nadie se toma el trabajo de cuestionarla o de leer la verdad de los hechos pasados; y si por caso lo hacen se los descalifica.

Es así que la Señora Presidente Cristina Fernández se permite cerrar su discurso en el que anuncia la re-estatización parcial de YPF señalando que su esposo fallecido (al que sólo nombra como “él”) “soñaba con una YPF Estatal”, olvidando que fue “él” quien más aportó para que se privatizara; quien puso el avión de la provincia de Santa Cruz para que recorriera las provincias buscando los diputados y senadores que no llegaban al Congreso; quien aplaudió como, con un diputado “trucho”, lograron la mayoría necesaria para privatizarla; y que recibieron millones de dólares por regalías que “desaparecieron” de Santa Cruz y aún no se sabe dónde están estos y sus intereses.

La actual Presidente era diputada en Santa Cruz y aleccionó a su tropa para favorecer la privatización que llevaba adelante el peronismo de entonces, que recordemos se auto llamaba menemismo.

Luego de este recuerdo somero por la historia reciente, debo señalar que veo en la “toma” (expropiación) de una parte de YPF por el gobierno de la Señora Cristina Fernández un estrecho paralelismo con el “recupero momentáneo por la fuerza” que comandó el gobierno del dictador inconstitucional Galtieri de nuestras Islas Malvinas.

Ambas decisiones apelaron al sentimiento patriótico de los argentinos; pues tanto Malvinas como YPF resultan caras al sentimiento de todos los argentinos.

En aquel 1982 se llenaron las plazas de toda la Argentina apoyando la toma de Malvinas.

Hoy no se convocó aún a una plaza, pero en toda casa, en todo bar, en todo Club, se discute y se aprueba, la vuelta parcial de YPF. Justo resulta señalar que allá por 1992, cuando el gobierno, del mismo color político que el actual y con las mismas figuras dirigenciales, la privatizaron mediante una Ley del Congreso Nacional; fueron muchos más los que aplaudieron esa privatización que los que cuestionamos.

Señalo que nunca, nunca se debió privatizar la empresa YPF y señalo a la vez que debe volver a ser una Empresa Estatal; en su totalidad y no parcialmente, salvando la porción de los amigos, como se pretende.

En 1982 quienes se manifestaron contra la recuperación de Malvinas fueron acusados de traidores a la patria (entre ellos el Doctor Raúl Alfonsín). Hoy quienes piensen diferente y de una u otra forma se opongan sufrirán “el escarmiento”, si estamos a las palabras del vice-ministro de economía, el nuevo gurú camporista.

Ahora bien, es bueno recordar cuánto hace que están gobernando quienes proponen la nueva Ley. Hace casi diez años. Y son quienes asociaron a Eskenazi a la petrolera REPSOL/YPF, son quienes formaban parte de la Dirección de la Empresa y tenían el poder de control sobre la misma.

Fueron quienes no ejercieron dicho control, y permitieron el retiro de utilidades y la desinversión y ahora pretenden la re-estatización parcial (¿a los socios locales –o australianos– no se los toca? ¿Por qué? ¿Qué se esconde detrás de los Ezkenazi?)

En 1982 quienes se manifestaron contra la recuperación de Malvinas fueron acusados de traidores a la patria (entre ellos el Doctor Raúl Alfonsín). Hoy quienes piensen diferente y de una u otra forma se opongan sufrirán “el escarmiento”, si estamos a las palabras del vice-ministro de economía, el nuevo gurú camporista.

Será ese pensamiento único, y la apelación al sentimiento patriótico lo que lleva a que el Radicalismo y el Socialismo apoyen en general la re-estatización.

Pues, yo no creo que "cuanto peor mejor" y por tanto, humildemente, lo considero un error.

Así como quiero que Malvinas y las Islas del Atlántico Sur vuelvan a ser parte íntegra del Territorio Nacional quiero, también, que YPF vuelva a ser estatal.

Recuérdese que fue YPF creada por un gobierno radical; que los presidentes radicales Irigoyen y Alvear con su ministro de hacienda Le Breton y la fuerza y honestidad de Mosconi la hicieron grande, y que esa YPF fue el modelo desde el cual se crearon Pelmex y Petrobras.

Pero así como considero una locura pretender tomar Las Malvinas por la fuerza, o con actos de patotería barata, entiendo es igual de alocada la forma, modo y oportunidad elegida para volver a re-privatizar YPF (en parte), claro que sin permitir que los organismos del Estado la controlen (¿por qué será?).

Asimismo me pregunto, ¿puede quien no puede administrar los trenes, quien no puede controlar los transportes, quien no puede administrar ENARSA; hacerse cargo de la administración y gerenciamiento de YPF?; y, si así pudiera, ¿por qué razón no administran bien lo que tienen?.

¿No será esta una nueva Agencia de Trabajo para “los chicos de La Cámpora siglo XXI”?

Entiendo que a los fanáticos nada se les puede pedir una reflexión; y así lo demostró en su discurso el Señor Vice-Ministro de Economía, pero no me dirijo a ellos, humildemente se pretende desde estas líneas reclamar, no callar, no ser un cómplice del silencio, y quizás generar un poco de cordura, que obligue a repensar las formas, modo y oportunidad para que desde la oposición en conjunto se impida lo que parece imposible.

Esto no es un tema de nacionalismos contra cipayos vende patria, es algo que nos va a trascender, forma parte de las políticas de Estado, va mas allá de un circunstancial gobierno por más cantidad de votos que haya obtenido y más bonitos sean los espejitos que se nos quieran vender.

* Rodrigo Luis Miguel Uncal es integrante de la Organización de Trabajadores Radicales Delegación Mercedes.