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23/05/12
Por Celia Carbajal El paleontólogo José Bonaparte, estudioso del origen de los mamíferos y descubridor de infinidad de fósiles prehistóricos, celebró que la investigación en Argentina se haya desarrollado últimamente en forma vertiginosa, al recibir un reconocimiento `honoris causa` por parte de la Universidad Maimónides. El paleontólogo, fundador del Museo Carlos Ameghino, en Mercedes, describió junto a Rodolfo Coria al “Argentinosaurus huinculensis”, el animal terrestre más grande del que se tiene conocimiento, que vivió hace 95 millones de años, con unos 30 metros de largo y un peso de 100 toneladas, cuyos restos fósiles fueron encontrados en 1991 por el puestero Guillermo Heredia. “¿Qué es más difícil, el hallazgo o la clasificación de una especie desconocida?”, preguntó Télam a Bonaparte, tras una clase magistral ante un auditorio de jóvenes estudiantes. “Lo difícil es lograr colaboradores capaces de trabajar firmemente en la tarea de búsqueda y exploración paleontológica: ese es un aspecto fundamental en la tarea”, enfatizó el incansable investigador. Formador de distinguidos investigadores y técnicos que a su vez han creado sus propios equipos de trabajos en Argentina y el exterior, Bonaparte definió que “la gente que va al campo a hacer exploración paleontológica tiene que ser gente con vocación, interesada en la problemática evolutiva y con muchas ganas de trabajar y descubrir cosas”. “Si llevas colaboradores que quieren gozar del paisaje o de la vista panorámica, no vas a encontrar fósiles, así que un aspecto fundamental es lograr colaboradores efectivos”, dijo. En una clase magistral ofrecida en la Maimónides, donde funciona la Fundación Azara y se desarrollan las Jornadas Argentinas de Paleontología de Vertebrados, Bonaparte habló sobre el origen de los mamíferos y reivindicó a numerosos colaboradores. “La tarea no es individual sino colectiva, así que tendría que compartir (el honoris causa) con una cantidad de personas, porque mis aportes no serían reconocibles si no fuera por ellos”, reivindicó. Al hablar sobre el sistema masticatorio sofisticado, premamario, que pudo haber desarrollado la lactancia en los mamíferos, Bonaparte planteó una pregunta inquietante: “¿Los genes tienen inteligencia?”. “Lo veo lateralmente, eso es para los genetistas, (pero) todos los caracteres son controlados por genes, que son los autores de los cambios”, le dijo luego a Télam. “Después de que me jubilé, sigo trabajando `ad honorem` y el técnico que trabajó conmigo en la universidad de Tucumán también sigue realizando actividad verdaderamente vocacional”, contó. Bonaparte considera que “la investigación en Argentina se ha desarrollado últimamente en forma vertiginosa, por ejemplo, en la Comisión de Actividades Espaciales, de Energía Atómica, las facultades de Medicina, la investigación física, química, biológica…”. “Se han desarrollado investigaciones en forma amplia, un poco a partir de la política del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas-Conicet, que es fomentar el desarrollo de investigadores y proveer el material de investigación”, opinó. El paleontólogo celebró que “la investigación científica tiene un auge en nuestro país en los últimos diez años”. José Bonaparte nació en la ciudad santafesina de Rosario, el 14 de junio de 1928, y se inició en la paleontología de vertebrados a los 19 años en la localidad bonaerense de Mercedes, en 1947, fundando junto a un grupo de jóvenes el Museo Popular Carlos Ameghino. Emprendió por entonces trabajo de campo en las márgenes del río Luján y en los acantilados de Monte Hermoso. Realizó cursos libres de geología histórica y paleontología con Osvaldo Reig (1929-1992), y otros de anatomía comparada, evolución, vertebrados inferiores, mamíferos y faunas de Asia. En 1959 se incorporó al Instituto Miguel Lillo de la Universidad Nacional de Tucumán, donde fue profesor titular de paleozoología entre 1975 y 1979. En esa casa tucumana había recibido en 1974 el título de doctor honoris causa. El historial científico de Bonaparte es inabarcable e incluye la dirección de la Sección de Paleontología de Vertebrados del Museo Argentino de Ciencias Naturales Bernardino Rivadavia, además de reportar colecciones únicas que dotaron numerosos museos. Es miembro de cantidad de sociedades científicas y recibió honores de los museos paleontológicos de Londres, París, Berlín, Madrid y Estados Unidos. Sus investigaciones se orientaron a conocer las asociaciones faunísticas de vertebrados mesozoicos, las implicaciones cronológicas y las relaciones con faunas de otros continentes, insertando los logros de sus estudios en un esquema evolutivo y biogeográfico global. Es autor de más de 130 trabajos y de libros como “Dinosaurios de América del Sur” (1996), “El triásico de San Juan y La Rioja. Argentina y sus dinosaurios” (1997), “Los dinosaurios de la Patagonia Argentina” (1998) y “Protomamíferos y mamíferos mesozoicos de América del Sur” (2010). En 2011 recibió el título de doctor honoris causa de la Universidad Nacional del Comahue y actualmente vive en Mercedes, donde continúa investigando en el Museo Municipal Carlos Ameghino. El mayor homenaje sea quizá el hecho de que sus colegas le hayan dedicado varias especies que llevan su nombre. A las nuevas generaciones, Bonaparte recomendó: “Tomen la tarea científica con la mayor modestia posible, y hagan grandes descubrimientos”.
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Noticiasmercedinas.com - Actualizado 23.05.12 7:54 PM |
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Mercedes - Bs As - Argentina |
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