El pasado martes 5 de junio y tal cual informa la agencia AICA, el arzobispo de Mercedes Luján, Agustín Radrizzani, encabezó la celebración de la Misa especial por el Día del Periodista, realizada en la Ciudad de Buenos Aires.

Hoy, 7 de junio, se festeja en la Argentina el “Día del Periodista” en recuerdo del 7 de junio de 1810, fecha en la que apareció el primer número del periódico “La Gazeta de Buenos Ayres”, creado por la Primera Junta de Gobierno Patrio.

Con este motivo y para celebrar también la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, el martes 5 de junio al mediodía el presidente de la Comisión Episcopal de Comunicación Social, monseñor Agustín Radrizzani, arzobispo de Mercedes-Luján, presidió una celebración eucarística en la iglesia Santa Catalina de Siena (San Martín y Viamonte), a la que asistió un centenar de personas.

La misa, que desde hace décadas promueve cada año el Club Gente de Prensa, fue organizada esta vez conjuntamente con la Comisión Episcopal de Comunicación Social y el arzobispado de Buenos Aires.

Entre otros muchos colegas, asistieron dos de los siete periodistas que en 1963 fundaron el Club Gente de Prensa: José Ignacio López y Pedro Siwak. Asistió también el director de la agencia AICA, Miguel Woites, ex presidente del Club.

La misa fue grabada por el canal 21 de televisión, que emitirá la transmisión el sábado 16 de junio, a las 19, y el domingo 17, a las 8 y a las 19. El canal 7 de la televisión pública lo emitirá a su vez el domingo 17 a las 9.

Con monseñor Radrizzani concelebraron los presbíteros Gustavo Luis Boquín, párroco de Nuestra Señora del Socorro y responsable de la oficina de prensa del arzobispado de Buenos Aires; Américo Aguirre Morales, Manuel Arrieta (ambos de La Plata) y Gustavo Ercolino, de la diócesis de Avellaneda-Lanús, y el padre jesuita Ignacio Pérez del Viso.

 “Hemos querido invitarlos a ustedes, queridos periodistas, para celebrar juntos esta jornada”, comenzó diciendo en su homilía monseñor Radrizzani, porque, añadió, “la Iglesia confía en ustedes, la sociedad los necesita. Los necesita para informar, los necesita para que nos ayuden a formarnos y los necesita para que nos acompañen también en los oportunos momentos de distensión”.

Luego reflexionó sobre el mensaje de Benedicto XVI para la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, en la que el Papa habla del silencio y la palabra y dice que “el silencio es parte integrante de la comunicación y sin él no existen palabras con densidad de contenido. En el silencio escuchamos y nos conocemos mejor a nosotros mismos; nace y se profundiza el pensamiento, comprendemos con mayor claridad lo que queremos decir o lo que esperamos del otro; elegimos cómo expresarnos.”

“El silencio y la palabra  -acotó monseñor Radrizzani- no se excluyen sino que se necesitan. El Papa nos habla del silencio como preparación a la palabra, no del silencio como un bien en sí mismo. Menos aún se refiere el Santo Padre al silencio como ocultamiento de la palabra. El silencio es bueno y deseable solo como el espacio en el que se engendra la palabra. No se trata del silencio que imponen los poderosos para que se los escuchen solamente a ellos; ni del silencio que se instala con la descalificación, la burla o la agresión; no se nos propone el silencio del miedo, ni el de la autocensura; no es el silencio en el que se encierra a los pueblos cuando se les niega el acceso a la educación o a la información. Esos silencios que paralizan son justamente aquellos que un buen comunicador procura superar con su trabajo, ése es uno de sus principales aportes a la sociedad”.

En otro momento de la homilía el prelado expresó que “la Iglesia siempre ha querido estar cerca de aquellos que sienten la comunicación como una pasión al servicio del bien común y por eso hoy estamos celebrando estos dos acontecimientos, la Jornada de las Comunicaciones y el día del periodista, en forma simultánea. De muchas formas, a través de gestos y en diversos documentos, la Iglesia ha expresado su valoración de la labor periodística como una forma privilegiada de mediación entre los distintos ámbitos de la comunidad. Es a través de la tarea seria y responsable de los comunicadores que circulan las informaciones que dan vida a todo el cuerpo social. Ustedes lo saben muy bien: de la manera en la que presentan sus informaciones depende en muchas ocasiones la misma posibilidad de una convivencia democrática y respetuosa. Ése es el desafío y la responsabilidad del comunicador”.