Tras una serie de cuestionamientos periodísticos a la labor y los recursos humanos y materiales del Hospital Blas Dubarry de Mercedes, su director y el jefe de la Guardia del centro de salud ofrecieron esta mañana una conferencia de prensa especial en la que brindaron precisiones sobre la situación actual afirmando que la situación no reviste la gravedad descrita.

El encuentro con los medios fue convocado en la misma mañana y Rodolfo Príncipi encabezó las explicaciones. “Esta conferencia se da motivada por muchos empleados y profesionales del Hospital, y en la oportunidad nos acompaña el encargado de la Guardia, doctor Enrique Castro”, dijo en un principio el bioquímico que es director del Hospital, y agradeció la presencia de sus compañeros concejales Carlos Milhomme, David Amaya y Arnaldo Mendez, así como también Mercedes Mazzochi, quienes se sumaron a la ronda de prensa en apoyo de quien conduce al hospital como director.

Príncipi destacó el “malestar” existente en la comunidad hospitalaria, tras una publicación en uno de los semanarios locales. “La gente del Ministerio de Salud me llamó para ver si era verdad lo dicho en la nota, y eso le da un atraso al hospital y nos hemos sentido mal dado que como podrán ver el hospital no está en terapia intensiva. Este es el lugar donde se salvan vidas constantemente, donde mil personas vienen entre sábado y domingo y nadie viene a morir a un lugar como este. Aquí tenemos monitores que tienen un valor de más de 20 mil dólares, respiradores de más de 50 mil dólares, y todos conseguidos gracias a gestiones de muchos profesionales y de personas a las que les interesa la salud pública”, explicó.

“No decimos que el Hospital es perfecto, pero ante una rotura tenemos una reacción rápida”, dijo y precisó que ya está firmado el cheque para la compra de un nuevo termotanque en remplazo de uno roto y que en el cuarto piso hay un techo deteriorado que será reparado, en una habitación que tiene goteras.

Por su parte el doctor Castro, responsable de la Guardia junto con su par Sánchez Pacheco, se mostró molesto: “La Guardia tiene un funcionamiento optimo, y si tiene falencias se van corrigiendo. La mayor parte de las consultas se canalizan en este espacio, y por ejemplo el fin de semana ultimo se atendió a unas 350 personas”, marcó, y con referencia al equipamiento destaco que hay tres camas de ti completas “Todas tienen sus respectivos monitores, saturómetros de oxigeno, inclusive un respirador y desfibriladores, todo en funcionamiento. Tenemos una sala de politraumatismos a tres metros del tomógrafo, que nos permite hacer diagnósticos rápidos”, indicó y marcó que “en muy pocos lugares una guardia tiene tres electrocardiógrafos en funcionamiento y 5 saturómetros de oxígeno. Yo trabajo en otros centros de salud similares y es muy raro tener un equipamiento como el que tenemos aquí”, explicó.

“La Guardia está muy bien equipada para recibir los distintos tipos de patologías”, opinó y destacó que la falta de algunas especialidades, como pediatría, no es exclusiva ni ateniente a lo local. “Hay falta de residentes en todo el país, falta de especialistas. Pero se sigue atendiendo a los pacientes pediátricos. Los médicos generalistas están habilitados a atender criaturas Y acá a ningún médico de guardia lo tienen que llamar por teléfono. Todos permanecemos las 24 horas dentro del hospital y a nadie hay que irlo a buscar para que venga a atender un paciente”, dijo y, además, indicó que los baños son internos en la guardia y están en perfectas condiciones, habiéndose deshabilitado el baño externo por constantes roturas. “La decisión fue sacar ese baño y se traslado a 30 metros. Y si un paciente lo necesita, tiene el baño interno”, dijo y Príncipi explicó que donde estaba el baño de la guardia habrá una recepción, reconociendo además la falta de un pediatra y traumatólogo de guardia las 24 horas, para lo que tienen un llamado en marcha con buena paga “pero no aparece el nombre”, según Príncipi

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