Por Arturo Bojorge, INTA Mercedes.

A punto de finalizar la siembra de granos finos se observa, en el partido de Mercedes, un crecimiento de la cebada como cereal alternativo de invierno y una disminución notoria de la superficie sembrada con trigo. A esta situación también la notamos en otros partidos vecinales como Navarro y Suipacha.

Cebada y trigo son alternativas invernales cuya factibilidad y conveniencia hoy está siendo discutida. Actualmente la cebada no posee restricciones de comercialización en base a calidades y condiciones específicas y los valores de venta a futuro oscilan similares a  los de trigo. Ambos comparten la estación de crecimiento, maquinarias, algunos agroquímicos y prácticas de manejo. La cebada tanto sea forrajera como cervecera son cultivos muy similares al trigo, con siembras, cuidados y cosechas similares.

Optar por cambiar el cultivo de trigo parcialmente por la cebada parece ser la mejor opción, sin embargo existen otras alternativas más complejas de manejo que han despertado interés como sustituto del trigo como lo son la colza, la arveja o el garbanzo, pero no lo suficiente hasta el momento.

Según estudios del INTA, la cebada es más eficiente en ambientes más limitados mientras el trigo expresa toda su potencialidad en situaciones con mayor disponibilidad de recursos. La cebada tiene menor consumo de agua en su ciclo y  buena respuesta a la fertilización a dosis bajas. Pero sin duda la gran ventaja es de liberar el lote antes que el trigo para luego sembrar la soja de segunda, como cultivo clave en la rentabilidad de los productores contratistas.

La cebada llegó para instalarse como un cultivo alternativo del trigo.