Respetuosos de una de las ordenanzas más importantes que debe tratar cada año el Honorable Concejo Deliberante, sesionamos cumpliendo las normativas legales y de esta manera se aprobó la Ordenanza Fiscal e Impositiva para el año 2013.

Marca una fuerte definición política intentar dejar sin quórum el tratamiento de esta ordenanza, situación que se vivió en esta última sesión con la ausencia de los concejales del Frente Mercedino y del Radicalismo.

Sabemos que esta ordenanza es una de las herramientas más importantes que tiene el Ejecutivo Municipal para poder llevar adelante su gestión, por ello me pregunto cuál es el objetivo de las ausencias. Y me resulta muy difícil no pensar que lo que se busca es obstaculizar el propio desarrollo de la gestión de un gobierno elegido por el voto popular.

Personalmente, habiendo transcurrido un profundo año de trabajo legislativo, vivo a ese maravilloso recinto como el lugar donde se debe dar el debate, tal es así, que hasta en esta última sesión se llegaron a debatir puntos de la propia ordenanza de manera que se definieron en ese preciso momento, con lo que me vuelvo a preguntar por qué se perdieron la oportunidad de exponer sus pensamientos y así poder llegar a un mayor consenso. Nuevamente me resulta muy difícil dejar de pensar que sólo se buscó poner palos en las ruedas.

Más allá de las situaciones planteadas, también creo importante resaltar que la propia Ordenanza Fiscal e Impositiva ya había sido modificada en varios artículos en relación a como había sido elevada por el Departamento Ejecutivo, es decir que la voluntad de consensuarla y debatirla siempre estuvo puesta en consideración por el bloque que tengo el honor de presidir. Más aún, sabiendo que contábamos con la mayoría legislativa, fuimos respetuosos de las minorías, por lo tanto finalmente me termino preguntando si en realidad todo no se podría resumir en una cuestión de falta de respeto.

* Carlos A. Milhomme es concejal, presidente del Bloque Partido Justicialista-Frente para la Victoria