En una entrevista reciente, el intendente de nuestra ciudad, Carlos Selva, dijo de mí: "No es nadie". A su estrategia de victimización ahora suma esto, lo que representa una síntesis de su autoritarismo: tratarme de "nadie" es peor que ignorarme; es pretender que no existo (y lo más grave, es negar la voluntad de más de 14.400 mercedinos que acompañaron nuestra propuesta). Y es, a la vez, un acto de arrogancia y de soberbia que debería evitar, porque no le hace bien a su investidura y está lejos de contribuir a la política de "participación" que él mismo dice fomentar.

Para consolidar una democracia, en efecto, hay que permitir la participación. De todos, siempre. Con respeto, con argumentos, con responsabilidad y democráticamente.
Como en 2011, como en 2012, el intendente elije, lamentablemente, la chicana, el ataque (distintas agresiones a muestra sede partidaria, rotura del auto del diputado Wado De Pedro). Se victimiza y apela a la mentira para eludir las responsabilidades inherentes a su gestión. Mercedes necesita un intendente que trabaje para la gente, que escuche a los vecinos, que los atienda y busque la forma de resolverles los problemas que se presentan a diario. Que van desde temas como la limpieza de las calles hasta las cuestiones vinculadas al empleo, la educación –con estas declaraciones flaco favor le hace a la construcción de valores democráticos– a la seguridad de la gente, a la salud, al hospital. ¿O es que somos muchos los "nadies"? ¿O es que somos muchos los que para Selva no existimos? ¿Cuántos "nadies" esperan, por ejemplo, las viviendas del barrio Favaloro?

Cada día vivo lo que es su falta gestión y atención a los vecinos. Cada vez más gente se me acerca planteando las necesidades que atraviesan y para las que no encuentran soluciones. "Dejame ver", "Quedate tranquilo", son las respuestas que se llevan del intendente cuando tienen el "privilegio" de ser recibidos "unos minutos". Desde el Frente estamos trabajando muchísimo, porque la demanda de los vecinos así lo reclama. Y lo hacemos abriendo las puertas, invitando a todos, mancomunadamente, por el bien de la ciudad, sin importar las banderas partidarias. Así lo hicimos con el hospital Blas Dubarry, sin ir más lejos: primero con una gestión para dotarlo de insumos y medicamentos, luego con una cena a beneficio y seguiremos trabajando, incansablemente, por la salud de Mercedes.

¿Cuál fue la respuesta del intendente? Pedirle la renuncia al director, Rodolfo Príncipi, por aceptar nuestra contribución. Obligarlo a dar un paso al costado. ¿Esa es la participación de la que habla? Y ahora avanza: "Los dos cargos que ocupa (concejal y director del hospital) son de la agrupación que yo conduzco", dice. Parece un chiste: ¿qué queda para él mismo, que llegó legítimamente a la intendencia yendo en la boleta con la Presidenta Cristina, para la que no ahorra críticas ni palos y de cuyo proyecto está definitivamente en el otro extremo? Ya lo dije: Selva no quiere que trabajemos para la ciudad, para los vecinos. Y ahora va más lejos: nos niega.

Esta es la realidad, hechos que se pueden comprobar, como el tema de las cooperativas, al que también alude Selva. Denuncias de hechos delictivos, sospechas sobre la actuación de sus funcionarios, anomalías en la asignación de tareas, irregularidades de todo tipo. Un manejo inescrupuloso. Desde el plan Argentina Trabaja, a través del cual el Ministerio de Desarrollo Social organiza las cooperativas, se ha realizado desde diciembre de 2007 a mayo de 2012 una inversión total de treinta y cuatro millones setecientos ochenta y un mil setecientos noventa y cinco pesos ($ 34.781.795).

No obstante todas estas cuestiones que Selva nos obliga a salir aclarar, nosotros preferimos y apostamos convencidos al trabajo diario, la postura propositiva y constructiva que nos permite generar nuestro humilde aporte para nuestra querida ciudad. Como lo hacemos en los centros barriales de alfabetización y apoyo escolar que funcionan en diferentes lugares y que crecen por el aporte de ciudadanos que se acercan a trabajar. O en los centros donde se aborda con profesionalismo y tesón la acuciante problemática de las drogas. Trabajando codo a codo con las entidades de bien público de nuestra ciudad. Apostando al deporte, a la cultura, desde la acción concreta. Trabajando en proyecto y gestionando incansablemente todo lo que este a nuestro alcance, generando becas para estudiantes, respuestas a graves problemas de salud. Por eso generamos este Frente Mercedino, de puertas abiertas a todos los vecinos (para nosotros no hay ningún "nadie"), que por suerte se acercan y se suman a un proyecto que los incluye a todos con una sola condición: realizar su valioso aporte desde la vocación de servicio.

* El doctor Juan Ignacio Ustarroz es gerente regional de ANSES  y referente del Frente Mercedino para la Victoria.