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07/02/13
Se cumplen cien años del fallecimiento de la hermana Camila Rolón Fue fundadora en Mercedes, en 1880, de la Congregación de las Hermanas Pobres Bonaerenses de San José. Está reconocida por la Iglesia Católica como Venerable Sierva de Dios, escalón anterior al de beata
(Alejandro Francisco Molle) El venidero sábado 16 de febrero se cumplirá el centenario del fallecimiento en Roma de la Madre Camila Rolón, fundadora en Mercedes, en 1880, de la Congregación de las Hermanas Pobres Bonaerenses de San José. Pese a la modestia en sus inicios institucionales, merced a la pasta especial y atractiva con la que Camila contaba, de la noche a la mañana logró sumar ingresantes a la nueva Congregación, extenderse desde Mercedes, a abrir casas en otras ciudades y poniendo en todos los casos su particular mirada en apoyo de los enfermos, niños y mujeres desvalidas, logrando sus sostenimientos. En la época en que Camila dio nacimiento a su instituto de religiosas al servicio de los más necesitados, debió sortear, felizmente, las adversidades que se le presentaban hasta las emergentes del propio poder político, ya que por entonces primaba una dirigencia descreída y laicista. Uno de aquellos escollos fue la disputa suscitada con el municipio mercedino al pretender cerrarle el colegio local frente a una epidemia. Ante el potencial atropello Camila convocó a distintos facultativos –incluido el médico municipal, doctor Cándido González– que certificaron la inexistencia de enfermos en el hogar, la limpieza, suscribiendo el dictamen e informando al el juez de Paz y Presidente de la Municipalidad. Al comentarle lo acaecido a su hermano Avelino, le recordó: “A mí los masones no me van a correr”, e incluso a masones de la talla de los Presidentes de la Nación, general Julio Argentino Roca y doctor Carlos Pellegrini, logró conmoverlos, al extremo que recibió ayuda de ambos y hasta visitaron el colegio local –el General Roca en 1881 y el Doctor Pellegrini, en Muñiz en 1892.
Pese a haber sido una mujer frágil y escasa de salud, Camila era una máquina, trabajadora imparable y una militante en la opción preferencial por los más pobres. No obstante los achaques, nada la detenía y hasta convivía alegremente con las dificultades físicas ofreciendo sus dolores al Señor. Imperdible es la lectura de cartas a su madre y especialmente a su hermano, el Escribano Avelino Rolón y a su amigo y benefactor, don León Gallardo, quien dos por tres le hacía llegar los medicamentos y recomendaba: “Pará la máquina”. Tanto Avelino como Gallardo, cada uno hacían las veces de riel de vías de tren donde la máquina, Camila, asentaba sus ruedas y marchaba como una joyita. Camila tenía una fe inquebrantable y a San José acudía con oraciones y súplicas de auxilio. En carta a uno de ellos contaba que en reciente ocasión ni leña había en la cocina y no halló mejor remedio que rezar, cuando al rato llegó al colegio un desconocido proveyéndole con suficiencia, pasando de la zozobra a la alegría. Otro aspecto de su personalidad era el encendido patriotismo. Recomendaba que en toda efemérides patria fuera realmente un día festivo, engalanaran la casa con guirnaldas, realizaran actos evocativos, cantaran canciones y explicaran el por qué de tal jornada. ¡Qué tal! Pensar que en estos tiempos a veces es desconocido el motivo de un feriado patrio. Era, además, una consumidora de mate, tanto que cuando se hallaba en Europa, en toda encomienda que recibía, iba yerba mate. En Camila sobresale su estilo de mujer desbordante en un escenario temporal en el que el rol de la mujer tenía un limitado campo de acción: la atención del hogar, dedicarse a tareas ligadas a quehaceres típicos de la época –como la educación en pocos casos– o en aquellos otros (en mucho menor medida) la de hacerse religiosa. Con su militancia pretendía que el reino de Dios se hiciera tangible en la tierra. De ahí el perfil con el que nació la Congregación: asistencia de abandonados, de los “sobrantes” para el capitalismo, de los enfermos, de los niños, de la mujer abandonada... Camila apuntaba a la educación y la formación de la mujer como medio idóneo para su libertad, para que no fuera un estorbo en la familia, sino que pudiera desempeñarse en alguna labor útil que contribuyera al desarrollo familiar y, además, porque hacía falta en la sociedad en curso. Camila, actualmente, está reconocida por la Iglesia Católica como Venerable Sierva de Dios, escalón anterior al de beata.
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Noticiasmercedinas.com - Actualizado 07.02.13 3:14 PM |
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Mercedes - Bs As - Argentina |
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