Con un rosario de protestas, los docentes agremiados a la Federación de Educadores Bonaerenses marcaron su descontento con las políticas educativas esta mañana, en una concentración y asamblea en la Plaza San Martín que luego incluyó una marcha por las diferentes oficinas de gobierno, inspección y educativas. Además rindieron homenaje y pidieron justicia para Carlos Fuentealba.

La concentración en la plaza sirvió para que varios pudieran expresarse, en esta jornada que siguió a un paro de 48 horas y mientras se espera que el gobierno se siente a negociar con los gremios por mejoras salariales y en las condiciones laborales y edilicias. Las quejas no se hicieron esperar.

Silvia Gandolfi destacó desde su puesto de secretaria gremial de la UEB (entidad de base adherida a la FEB, que “no hay lugar para los mezquinos, los traidores y los especuladores en educación”. “La lucha de los docentes no va a cesar. Hoy peleamos por las escuelas rurales, el transporte escolar, las escuelas se encuentran cerradas por fallas de infraestructura y no hay garantías para el alumno, futuro ciudadano. Queremos respuestas y las queremos ya”, dijo, entre otros términos y pidió “unidad” y “fuerza”.

Por su parte, la docente Andrea Pereyra Palacios fue otra de las que dirigió la palabra. Remarcó “la lucha de los educadores” y de “todos los trabajadores del Estado por un sueldo digno y los derechos de nuestros niños, nuestros alumnos, nuestros hijos”: “Queremos que tengan calidad educativa. Invito a que se unan todos a nuestra lucha, por nuestros niños”, dijo y pidió “dignidad” y “calidad educativa” para garantizar sus derechos. “Basta de internas políticas, queremos que resuelvan lo que tiene prioridad: la educación, la salud”, dijo y bregó por una mejor infraestructura: “Basta de que se caigan los techos, tiene que haber además buenas mesas y sillas, y sobre todo que no falte la comida en casa. Tenemos que atender todo en la escuela. Sigamos en la lucha”.

La docente Patricia Franco no tuvo pelos en la lengua y eufórica pidió a la gente que pasaba indiferente, que dejara de mirar de reojo: “Su hijo o su nieto puede ser alumno nuestro. Deténganse, vengan con nosotros, hay que sumarse, no nos dejen solos. Apoyen, ayúdennos porque solos no vamos a poder. Nosotros estamos comprometidos, pero la sociedad debe despertar, entendernos y venir con nosotros. Que se acerque el que tenga dudas y pregunte, que estamos para eso”, espetó.

Acto seguido hubo un reconocimiento a la lucha de gente que no está presente, como Carlos Fuentealba, docente por el que se pidió justicia. Y para cerrar se realizó una marcha conjunta por las calles de la ciudad pasando para manifestarse por distintas dependencias gubernamentales y educativas.

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