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Nunca el gobierno fue tan transparente como en estos días. Ya no esconde nada, no hay promesas electorales ni ocultamiento en sus decisiones. Cuando dicen van por todo es porque están diciendo “vamos por todo” literalmente.

Lo del blanqueo dolarizado es tomada de pelo a todo trabajador, comerciante o empresario en blanco, que viene pagando sus impuesto con el rigor que impuso la AFIP en todos estos años.

Pero lo es también a los jubilados que no cobran el 82% móvil y a cualquiera
que pague impuesto con el IVA que no es más ni menos que el 21% de todo lo que uno compra en el kiosco, en el almacén o cualquier parte.

Toda la plana mayor del kichnerismo estuvo presente en el anuncio.

Y nadie dude que se trata de una decisión de nuestra presidenta, porque beneficia a aquellos que hicieron negocio con el Estado y hoy están en tela de juicio.

Así el ministro de Economía, Hernán Lorenzino; el viceministro Axel Kicillof; la presidenta del Banco Central, Mercedes Marcó del Pont; el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno; y el titular de la AFIP, Ricardo Echegaray, son todos cómplices e ideólogos del mayor lavado de dinero que va a ocurrir en el país.

Si bien el proyecto tiene que pasar por el Congreso, y posiblemente sea aprobado por esa mayoría automática que todos los ciudadanos debemos cambiar en las próximas elecciones esto salió de las entrañas de los nombrados.

El proyecto enviado por el Ejecutivo autoriza al Ministerio de Economía a emitir el Bono Argentino de Ahorro para el Desarrollo Económico (BAADE) y un Pagaré de Ahorro para el Desarrollo Económico, al tiempo que habilita al Banco Central a emitir el Certificado de Depósito para Inversión (CEDIN).

La iniciativa también establece que quienes depositen sus dólares no declarados a cambio del bono "no estarán obligados a informar a la AFIP la fecha de compra de las tenencias ni el origen de los fondos con los que fueran adquiridas". Además "quedarán librados de toda acción civil, comercial, penal tributaria, administrativa y penal cambiaria".

Todo esto lo hacen en momento que los ciudadanos comunes, los kelpers fiscales que somos, debemos pagar impuesto a las ganancias y bienes personales. En cambio los que evadieron, los corruptos, los amigos de los amigos a quien nadie les va a preguntar nada no pagan nada.

Lo repito, por si no se entendió: NO PAGAN NADA y nadie sabe de dónde salió la plata.

En verdad saben, pero no lo van a decir: Son ellos mismos.

Nada más transparente.

Por eso en agosto, tenemos una opción para cambiar esta historia. No votarlos y votar a los candidatos de la oposición. Y así recuperar el Congreso y dar batalla a todas estas injusticias.

 

* Marcelo César Suárez es secretario de la Coalición Cívica de Mercedes

 

 

 

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