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28/06/13
Con el pomposo título “Inmediato accionar municipal, salva la Fauna Ictícola del Río Lujan”, el departamento de Saneamiento Ambiental publicó en el sitio Web oficial del Municipio de Mercedes, lo siguiente: “A primera hora de la mañana del día viernes próximo pasado, el responsable del Parque Municipal realizando su recorrido habitual observa una importante y diversa cantidad de peces en superficie a punto de su asfixia. De inmediato, se comunica con personal del Departamento de Saneamiento Ambiental, quienes se dirigen al lugar y tras tomar una muestra de agua y observar el comportamiento de dichos animales, realizan in situ una determinación de Oxigeno Disuelto en agua (OD) cuyo resultado es de 2.15. Conociendo que al descender el tenor de oxígeno por debajo de 4 o 5 mg/l., la hematosis en los peces no es suficiente, provocando así su asfixia al cabo de un tiempo, se decide comenzar a arrojar agua limpia procedente de las regadoras municipales y ayudar a la oxigenación del sector del Río más afectado, salvaguardando de este modo la fauna ictícola de nuestro apreciado Río Luján, en nuestra ciudad. Si bien aun no se han podido determinar las causas ciertas del brusco descenso de OD, se estima que la seguidilla de altos grados de temperatura en una época donde no es habitual, sumado a la inactividad del cauce del Río Lujan en esta zona, propio de ser un río de llanura, serían las causas más probables de este eventual suceso”. La nota va acompañada de la foto de un camión regador, arrojando su carga al río.
Desde hace más de dos décadas, diferentes grupos ambientalistas de nuestra ciudad, han enfocado todos sus esfuerzos en encontrar una solución para el lamentable estado en que se encuentra nuestro Río Luján. No debe haber una problemática más estudiada y debatida que la que se plantea con este curso de agua. Se dedicaron muchos años en la tarea de conocer con certeza y divulgar las causas de su contaminación y del terrible estado de abandono de sus márgenes, con la esperanza de que con dicha información la comuna reaccionara y se empezara a revertir la situación. Se lo recorrió palmo a palmo, a pie y en embarcaciones. Se organizaron incontables conferencias de especialistas, charlas, debates y encuentros con representantes de toda la cuenca. Se destinó mucho dinero para estudios y análisis, que no hicieron más que probar y reafirmar lo que se observa a simple vista: el alto grado de polución en su cauce. Se trató de interactuar con las autoridades, compartiendo datos y el resultado de las pruebas efectuadas. Es por eso que este informe publicado en Internet, que repetimos “procede de un departamento especializado del municipio”, causa tanto asombro y malestar… está claro que después de tanto tiempo ¡no se avanzó ni se aprendió nada! Si se lee detenidamente, encontramos afirmaciones como esta: “Se decide comenzar a arrojar agua limpia procedente de las regadoras municipales y ayudar a la oxigenación del sector”. ¿Es lógico pensar que se pueden salvar los peces, vaciando un camión regador en el río? Estas mortandades ocurrieron ya en repetidas ocasiones, y siempre se esgrimieron excusas infantiles, como esa tan famosa e inolvidable “los peces se mueren de frío”. ¿No será que el oxígeno disminuye a límites intolerables, gracias a la tremenda carga orgánica que le aporta el Canal de la calle 16?, ¿no se comprobó ya mil veces, que este “desagüe pluvial” acarrea líquidos cloacales sin tratar y peligrosos residuos industriales, cargados con ácidos y metales pesados?, ¿no es cierto que la Justicia Federal probó que una conocida empresa vierte en cantidad cromo y sulfuros, y procesó a sus directivos?, ¿qué pez puede sobrevivir, si llega al río tan espesa y pestilente mezcla de porquerías? Y no debemos olvidar las toneladas de desperdicios de variado tipo, que el canal arrastra a su paso por el basural de 65 y 26 -tantas veces denunciado en vano- que luego se amontonan y descomponen, formando una represa a metros de la Pasarela. En la desembocadura del Canal -lejos de la mirada del encargado del parque y los turistas- ¡la muerte de peces es cosa de todos los días y sin embargo a nadie le importa! El autor de este informe, cree luego conveniente culpar por el mal estado de la fauna ictícola, a la elevada temperatura ambiente en el mes de Abril y al río “por ser de llanura”. Siempre existieron días calurosos, y que se recuerde el río nunca fue “de montaña”. Sin embargo, hasta la instalación de varias industrias en Mercedes que no tratan correctamente sus efluentes, y hasta que se conectaron cañerías cloacales dentro de las pluviales –es decir, unos 40 años atrás– nuestros padres y abuelos se bañaban en un río de aguas transparentes, tal como aún hoy nos llega desde Suipacha. En aquella época, los peces eran tan abundantes y de tan buen porte, que había varias familias afincadas en sus orillas que subsistían con lo que capturaban. Como sobraba, lo cargaban en carros y lo vendían en la ciudad. Patos, coipos y huevos de las cientos de tortugas que desovaban en las márgenes, completaban la dieta. En definitiva, si dejáramos de contaminarlo y maltratarlo con dragados y/o rectificaciones innecesarias que lo están convirtiendo en un pantano, el Río Luján volvería a ser lo que fue, se recuperaría solo y de inmediato, gracias a la facilidad con que la naturaleza se cura de las heridas producidas por el hombre. Quizá algún día dejaremos de buscar excusas, y nos dedicaremos a hacer que se cumplan las leyes y ordenanzas que se promulgaron para proteger el ambiente como realmente corresponde. Mientras tanto, alcancémosle todos un vaso de agua al río que se ahoga… y que sea rápido por favor.
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Mercedes - Bs As - Argentina |
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