Las pasiones más arraigadas de los argentinos, el fútbol y el tango, cobraron vida en la noche del sábado en la voz del reconocido periodista deportivo Alejandro Apo, quien hizo una emocionante y divertida presentación en el club Gimnasia, de la calle 23.

Ante un público que fue creciendo a lo largo del espectáculo hasta desbordar el salón del Gimnasia, Apo –histórico comentarista del relator uruguayo Víctor Hugo Morales y actual periodista de Fútbol para Todos y Fútbol Permitido, entre otros programas–, se presentó con el músico Jorge ‘Turco’ Sanjurjo con su show ‘Y el fútbol contó un cuento’.

La llegada del periodista, como parte del ciclo Café Cultura de la Secretaría de la Cultura de la Nación, fue gestionada por el Frente Mercedino para la Victoria a través de su primer precandidato a concejal, Juan Ignacio Ustarroz.

La reconocible voz de ‘Alejo’ Apo arrancó con ‘Sportivo Virreyes’, un cuento del gran escritor y periodista argentino Juan Sasturain en el que un profesor les enseña a sus alumnos un método para recordar los nombres de los responsables del antiguo virreinato del Río de la Plata: con la sonoridad de un equipo de fútbol, al estilo de ‘Roma, Silvero, Marzolini…’ de Boca Juniors o de ‘Micheli-Cecconato-Lacasia-Grillo-Cruz’ del ‘Rojo’.

Entre risas y emociones, siguieron los párrafos de ‘Apuntes acerca de una mala mujer’, de Sergio Ranieri (el recuerdo de ‘la vieja de al lado’ que ‘se afanaba las pelotas’); la ‘Oración al Fútbol’; ‘Pueblo pacífico’, un relato de otra pluma inolvidable de la Argentina, Osvaldo Soriano; y homenajes a Tita Merello, ‘Pichuco’ Aníbal Troilo y Diego Armando Maradona.

El momento más alto de la noche, sin embargo y como no podía ser de otra manera, fue con la lectura de 19 de diciembre de 1971, acaso el cuento más emblemático del genial ‘Negro’ Roberto Fontanarrosa: la historia de un viejo fanático de Rosario Central que, por cuestiones de cábala, es secuestrado por la hinchada del ‘Canalla’ para ir a ver el clásico ante Newell’s por las semifinales del torneo Nacional de aquel año, a pesar de que tenía prohibido asistir a los partidos por problemas cardíacos.

Apo, un artista de la lectura, y acompañado por las siempre acertadas intervenciones de Sanjurjo (además un buen cantante, como demostró por ejemplo en ‘Melodía de Arrabal’), hizo reír y emocionarse a los vecinos presentes en el Gimnasia, que al cerrar la noche, después de más de una hora de show, se unieron en un solo deseo: ‘Que se repita’.

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