|
|
| ||||||
17/10/13
Las medidas que el gobierno ha tomado en esta última etapa me llevan a escribir estas líneas, fruto de un balance sobre un tema que en particular me es muy sentido, la defensa de los Derechos Humanos y el rechazo a lo que se denomina “mano dura”. Durante semanas se ha puesto sobre la mesa el debate de bajar la edad de imputabilidad a los 14 años, desarrollada por el candidato kirchnerista Martín Insaurralde, compartida por De Narváez, Scioli y Massa. Esta posición manipuladora de la opinión pública despierta en mí un profundo rechazo. ¿Acaso piensa Cristina o sus posibles sucesores, que el delito en la provincia y en el país está organizado por pibes de 14 años? Es público y notorio que la intervención de los menores en el delito es porcentualmente insignificante, y esto sólo basta para revelar que estas declaraciones son una cortina de humo que prepara un ataque a las libertades públicas y a los jóvenes. ¿A qué se debe este giro derechista de los que hasta ayer se declaraban los defensores de los Derechos Humanos? La respuesta reside en la actual crisis en la que está sumido el gobierno. Con este cambio en torno al tema seguridad intenta ganarse al electorado que se volcó a Massa y a otros opositores por derecha. Pero también cumple con otra función: fortalecer la capacidad del gobierno de regimentar y disciplinar la lucha de los trabajadores y la juventud. Es por esto que los diputados Kirchneristas (todos, incluidos sabatellistas y camporistas) votaron una ley que habilita la persecución a luchadores sociales. Me refiero a la Ley Antiterrorista que fue repudiada por mi organización y por decenas de organizaciones de derechos humanos. Pero esta ley fue acompañada por algo más perverso: el Proyecto X, un programa de espionaje sobre organizaciones obreras, estudiantiles y políticas. El gobierno necesita espiar porque advierte el avance de la izquierda y el contenido de los reclamos sociales, en un momento en que los burócratas sindicales no pueden contener a los trabajadores. No me puedo olvidar de los Policías de civil fotografiando cada paso de dábamos en las marchas por Duarte, en las concentraciones por la libertad de las hermanas Jara, y en la concentración repudiando la venida del cuerpo del asesino de Videla.
Esta derechización se completa con la designación de Milani al mando del Ejército argentino. Un militar comprometido con la represión previa y posterior al golpe del 76, mencionado en el informe de la CONADEP, y que cumplió tareas en el golpe. La experiencia de la lucha que me ha tocado vivir en los 70 no me permite olvidar lo que significan los intentos de “recomponer” la relación sociedad - ejército, algo en lo que está empeñada la Presidenta. Pero es el miso Ejército que carga en sus espaldas con 30000 compañeros desaparecidos. Es el mismo que cobija en su interior cientos de cuadros que actuaron en la dictadura y hoy siguen operando. La Ley Antiterrorista y el Proyecto X fueron un prólogo a este giro derechista. Pero un episodio marcó el fin del discurso “derechohumanista” del gobierno: el posicionamiento que tomó el kirchnerismo frente al intento de que Videla fuera enterrado en Mercedes. Cuando nos enteramos de esta posibilidad, un grupo de familiares y compañeros que investigamos los hechos ocurridos en la dictadura, hicimos pública una declaración repudiando la posibilidad de la llegada del cuerpo del genocida. Más adelante expresé públicamente que para terminar con la continuidad del aparato represivo, vigente en los miles de represores que están vivos y activos, teníamos que exigir la apertura de todos los archivos secretos del Estado. Esta fue la idea que expresamos en la reunión que intentó coordinar una respuesta conjunta. Meses después aparece el caso Milani, señalado en los archivos como un represor. El episodio de Videla fue un anticipo de la derechización del gobierno. Quiero finalizar reivindicando la lucha en el terreno ideológico que estamos llevando a cabo desde el Frente de Izquierda. Hemos señalado, y denunciado con nuestra movilización y nuestros abogados, el avance represivo de la mano de la Ley Antiterrorista, y del Proyecto X. Ratificamos una firme e inquebrantable conducta de la Izquierda junto a los organismos de DDHH que no reniegan de sus banderas. Para enfrentar la actual política de “mano dura” que llevará a cabo Granados (intendente de Ezeiza y hombre ligado a los negocios de la bonaerense), necesitamos fortalecer nuestra propia herramienta política. Llamo a votar al Frente de Izquierda y de los Trabajadores, el cual integro como candidata en Mercedes, ya que un bloque de socialistas, que explican sin cesar el lugar que ocupan las fuerzas de seguridad en el marco de una crisis que lleva crecientemente el pueblo a la lucha, será la expresión del desarrollo de la conciencia colectiva que no olvida su pasado.
* Los comentarios serán moderados y su permanencia depende de su contenido.
|
|
|||||||
|
|
|||||||
Mercedes - Bs As - Argentina