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A 30 años de la recuperación de la democracia en Argentina, la Municipalidad de Mercedes celebró una de las fechas más importantes de la historia reciente como país.

Para recordar, analizar, homenajear y mantener en alto los valores democráticos y para seguir fortaleciendo la etapa en que durante 30 años el voto popular ha decidido los rumbos de la patria, se desarrolló el acto en calle 21, frente al complejo Ameghino-Marín.

Simultáneamente podían observarse diferentes muestras, una perteneciente a alumnos de la Escuela de Educación Estética N°1 que se encontraba en la vereda del establecimiento, la otra en la sala “Payró” que recreaba un “cuarto oscuro” del 30 de Octubre de 1983, con la urna y las boletas originales con sus candidatos a presidente, gobernadores e intendentes. Dentro de la misma habitación acondicionada para tal fin, podía verse un video “Memorias de la República” con imágenes captadas por Víctor Hugo Buggé, Jefe de Fotografía de Presidencia de la Nación, donde fotos evocativas ilustraban la historia democrática desde 1983 hasta la actualidad.

El acto central comenzó con un texto redactado por Oscar Dinova, relatado por el locutor de la ocasión, Diego Marú, haciendo referencia a la importancia y el significado de la vida en democracia, además de destacar la responsabilidad que les toca a los gobernantes de hoy salvaguardando el sistema democrático y sus instituciones, convirtiéndose el pueblo en los propios guardianes de la democracia

Una vez conocida la importancia y el Decreto que emanó el Honorable Concejo Deliberante en su última sesión, se efectuó la presentación del grupo de teatro de los Talleres Culturales, a cargo de la Profesora Gabriela Lorusso, quienes llevaron adelante una representación conmemorativa.

Seguidamente se dio lugar a la música donde Gustavo Florella y Osmar Fabrasil de Arde Roma también rindieron homenaje.

Tuvo lugar también la Comisión Municipal por la Memoria a través de Diana Manos y se agradeció a los representantes de las diferentes fuerzas políticas que acompañaron esta realización. Fue por ello que, con motivo de recordar y enaltecer al primer Presidente de la Democracia (luego de 1983) Ricardo Alfonsín, se invitó a hacer uso de la palabra al doctor Pedro “Patín” Aguirre, quien fuera candidato a Intendente por la Unión Cívica Radical en Mercedes durante 1983. Aguirre se refirió de manera muy clara sobre la recuperación de la democracia, destacando además a su rival de aquel tiempo, el doctor Julio César Gioscio.

El artista plástico Jorge Blanco realizó un mural sobre el tema, en la pared del Complejo Ameghino-Marín que da a calle 21, y fue el momento en que el Intendente Municipal Carlos Selva, junto a Aguirre y alumnos de la Escuela de Educación Estética N°1, lo descubrieron para que todos los presentes pudieran apreciar la obra.

También el Jefe Comunal descubrió una placa conmemorativa a la fecha, acompañado de la Vicepresidente 1ra del HCD, la concehal Inés Ghione.

El cierre fue marcado por las palabras del Intendente Municipal Carlos Selva quien contó desde su experiencia cómo se vivieron aquellos años en la ciudad, además de relatar sucesos de su vida personal y lo que fue su inserción a la política, destacando también al Intendente Gioscio, y otros tantos militantes de la democracia, aquellos que dejaron su vida por defenderla, aquellos que ya no están pero hicieron de la política y la democracia su vida, y aquellos que hoy disfrutan de elegir a sus Gobernantes, después de haber sido parte del logro de poder salir de ser gobernados por la dictadura.

“En estos últimos días, tuvimos la posibilidad de expresarnos nuevamente, y en democracia. Y para Mercedes fue un caso particular, donde algunos medios nacionales le decían a la gente lo que tenía que hacer, y les contaban que afuera estaba lloviendo… pero la gente, porque estamos en democracia, pudo abrir la ventana y ver que no era así como le contaban, y pudo elegir”, dijo Selva, haciendo referencia a las elecciones del pasado 27 de octubre y la publicidad desfavorable que brindaron algunos medios nacionales tanto a toda la comunidad local como a su gestión.

TREINTA PRIMAVERAS DEMOCRÁTICAS
30 Octubre 1983 - 30 Octubre 2013

“Somos nuestra memoria…” nos decía Jorge Luis Borges.
Este fragmento de una frase genial del gran autor argentino lo dice todo.
No es una ponderación, aunque pensado con premura, así lo parezca. Es más bien una constatación. Nuestros paraísos y nuestros infiernos tienen que ver con el ejercicio individual y colectivo que hemos hecho de la memoria.
Del pasado que hemos valorizado y de la sabiduría que hemos acumulado para proyectarnos en un futuro que aún se nos muestra con incertidumbres.
Más aún, el concepto de este escritor sin par, se asemeja incluso a una advertencia.
Cultivar la memoria, ese parece ser el desafío.
Cimentar nuestra sociedad a partir de mojones históricos con verdadera grandeza.
Personas, hechos, fechas trascendentes en la construcción de una memoria social.
Hay una, en los días que vivimos, que se revela especialmente significativa.
El 30 de Octubre de 1983
El pueblo argentino tenía la trascendental misión de dejar atrás la etapa más negra de su historia; la dictadura militar y su nefasto legado de muerte, desapariciones, entrega y oscurantismo en la que nos había sumido.
A simple vista era un proceso electoral distintivo, rodeado de circunstancias excepcionales.
Hoy, treinta años después, sabemos que fue mucho más.
Fue el primero de otros importantes pasos que pondrían fin, de una vez y para siempre, a las aventuras mesiánicas de los prepotentes del poder. No sólo triunfó el padre de la Democracia Moderna, Don Raúl Ricardo Alfonsín, sino que se derrumbaron en esa singular gesta democrática las pretensiones de impunidad, del poder militar saliente. Eran las puertas que se abrían para el  Histórico Juicio a las Juntas, al cuál le seguirían retrocesos y avances de las diferentes administraciones democráticas, que hoy están definitivamente encaminadas a decretar justicia, en un tiempo que se nos hizo largo para la reparación de tanto dolor.
Queda aún mucho por hacer; profundizar los derechos ciudadanos largamente postergados, desarrollar una cultura y normativas severas contra la corrupción, recuperar definitivamente un ejercicio pleno del debate democrático, respetar la palabra empeñada en los programas electorales, escuchar la voz popular cuando ésta se hace oír, etc, etc.
Pero hoy sabemos, que ese largo proceso de maduración y templanza cívicos, que el aprendizaje al respeto de las voluntades populares, con sus logros y sus fallos, nació aquel 30 de Octubre de 1983.
En estos días hemos concluido otro mojón democrático. El pueblo, soberano, se ha expresado y más allá de los resultados, que son su mensaje inapelable, los líderes políticos deberán llamarse a la reflexión y mirar una vez más el 30 de Octubre de 1983 para recordar de donde venimos, cuanto nos ha costado poder elegir en libertad. Deben, imperiosamente, hermanar a la sociedad, alejando violencias y afrentas gratuitas, estériles, pero por sobre todo; acechantes. Disolver la memoria histórica es empezar a transitar una vez más el camino de aventuras peligrosas.
No debemos olvidar entonces aquella formidable manifestación de reconstrucción democrática hecha en paz, por un pueblo doliente, que aún sangraba de sus peores heridas.
Es un mandato histórico, un deslinde, una frontera, intangible quizás, pero más nítida que nunca, que deberá señalar a las generaciones que nacieron en plena democracia, que este bien preciado que crece desde hace 30 años, lo debemos preservar, amar y mejorar en cada día de nuestras vidas.
No hacerlo sería, no sólo un desacierto imperdonable, sino una desmemoria que nos llevaría a una ruina que no nos merecemos. En absoluto.

                                                                                             
Oscar Dinova
Escritor

 

 

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