En la Parroquia San José Obrero de Mercedes comienza el tiempo de Cuaresma, un momento especial en el calendario litúrgico, en el que ya están trabajando para organizar todos los detalles de las celebraciones, que comienzan este miércoles.
En este sentido, este martes luego de la misa de las 20 horas en la parroquia ubicada en Pasaje Antonelli y Avenida 29 de esta ciudad habrá una reunión de Consejo Pastoral en la que se pulirán detalles organizativos.
Por lo pronto, ya está todo listo para el miércoles de ceniza, en el que se inicia el tiempo de Cuaresma. En San José Obrero a partir de las 19 está pautada la realización de un Vía Crucis, y a las 19.30 (en nuevo horario, que se mantiene de martes a domingo) habrá misa especial en este día de ayuno y abstinencia.
Además en San José Obrero comienza la Misión de la Divina Misericordia, para la que las misioneras de manzana deben concurrir al templo a buscar su crucifijo y material para repartir por las casas.
Asimismo, comienza la inscripción para catequesis de niños de tercer grado en adelante, y el horario de inscripción es de 10 a 12 horas y de 17.30 a 19.30, por la tarde.
La Cuaresma
En cuanto a la Cuaresma, vale decir que, oficialmente, comienza el miércoles de Ceniza y termina justo antes de la "Misa de la Cena del Señor" en la tarde del Jueves Santo. La duración de cuarenta días proviene de varias referencias bíblicas y simboliza la prueba de Jesús al permanecer durante 40 días en el desierto previos a su misión pública. También simbolizan los 40 días que duró el diluvio, además de los 40 años de la marcha del pueblo israelita por el desierto y los 400 años que duró la estancia de los judíos en Egipto. A lo largo del tiempo de Cuaresma, los cristianos son llamados a reforzar su fe mediante diversos actos de penitencia y reflexión. La Cuaresma tiene cinco domingos más el Domingo de Ramos (seis en total), en cuyas lecturas los temas de la conversión, el pecado, la penitencia y el perdón, son dominantes. No es un tiempo triste, sino más bien meditativo y recogido. Es, por excelencia, el tiempo de conversión y penitencia del año litúrgico. Por eso, en la misa católica no se canta el “Gloria” al final del acto penitencial (excepto el jueves santo, en la misa de la cena del Señor), ni el “Aleluya” antes del Evangelio. El color litúrgico asociado a este período es el morado, asociado al duelo, la penitencia y el sacrificio a excepción del cuarto domingo que se usa el color rosa y el Domingo de Ramos en el que se usa el color rojo referido a la Pasión del Señor.
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