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30/03/14
Este sábado en la Basílica Nacional “Nuestra Señora de Luján” se llevó adelante una importante ceremonia para la ordenación diaconal del mercedino Diego Celay, quien recibió la orden de manos de monseñor Agustín Radrizzani. Ante un templo repleto y en el marco de la acampada juvenil en Luján, el mercedino tuvo la posibilidad de compartir con familiares, amigos y compañeros de vida este importante momento, y la celebración eucarística fue acompañada por más de una veintena de sacerdotes de la arquidiócesis de Mercedes – Luján, quienes concelebraron junto a Radrizzani la misa. Entre los diversos rituales típicos de este tipo de ceremonias, Celay tras declarar su voluntad fue ordenado diácono por la imposición de manos y la oración de consagración de Radrizzani. Y a su momento, pleno de emoción, pudo transmitir a los presentes su sentir, agradeciendo en principio a su familia, pilar de su vocación: “Son el primer testimonio de fidelidad y que me han mostrado el amor eterno de Dios hecho acción, paciencia y compañía. Agradezco a Dios por la familia en que hizo que creciera. A mis abuelos porque les ha permitido de manera escandalosa e interpelante para el mundo permanecer tanto tiempo juntos, y de esa fidelidad hemos aprendido todos”, dijo y remarcó la “familia maravillosa” formada por sus padres y su apoyo incondicional que le ha encendido la llama de su fe en 1984 al ser bautizado; al igual que sus hermanos, cuñadas y sobrinos. “No dejo de admirarme, mirándolos a ustedes, del tesoro que estamos llamados a custodiar como familia”, indicó. Celay agradeció además a todas las personas que lo acompañaron en estos años en el colegio, la universidad y el ballet de danzas, entre otros ámbitos que lo vieron pasar, al igual que a sus formadores y compañeros del seminario “Santo Cura de Ars”, a monseñor Agustín, y a las comunidades en las que estuvo haciendo pastoral, como la capilla del Sagrado Corazón y Santa Teresita (ambas de Mercedes), Pastoral Universitaria, Sagrada Familia de Luján, Cristo Obrero de Chivilcoy, Pastoral Juvenil de la Basílica, Nuestra Señora del Carmen de Lobos, San Cayetano de Chivilcoy y parroquia San Luis Gonzaga de Mercedes, entre otras. “Recen por mi fidelidad”, pidió, por último, y recibió grandes aplausos. A su turno, y de manera previa, el arzobispo Radrizzani había destacado la “vocación” de Diego Celay y el llamado de Dios en ese sentido: “Diego oyó ese llamado y respondió al proyecto de Dios sobre él”, indicó tras la lectura del Evangelio y las demás de la misa. Y destacó el lema elegido por Celay para su ordenación: “Yo por ellos me santifico para que ellos sean santificados a la verdad”: “Podemos preguntarnos qué es la verdad, y a mí me llama la atención el caso del papa emérito, que optó por ser servidor de Cristo, y la primera carta que manda a la Iglesia es Dios es amor. Quiere decir que para él la verdad más grande es que Dios es un padre bueno que nos ama. Y en esta mañana nosotros cobijados por este amor de Dios participamos en esta ordenación y esa caridad invade el corazón de los fieles, laicos, ministros, religiosas, sacerdotes. La caridad de Cristo nos invade y no podemos callar lo que hemos experimentado. Pedimos por Diego, por todos los presentes, para que el Señor nos acompañe, con la protección de la Virgen, a ser siempre testigos del infinito amor de Dios, que nos acompaña, nos consuela, nos cobija, está siempre cerca de nosotros. Y la vocación del diácono es siempre servir, y me viene a la mente la conclusión del Papa en Río de Janeiro, que les pide a los jóvenes que vayan sin miedo a servir”, indicó Radrizzani. Por último, se supo que el nuevo diácono sería ordenado sacerdote en breve, quizás a finales de este año o a principios del año 2015.
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Mercedes - Bs As - Argentina