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15/06/14
El doctor Horacio Alberto Vero, quien fuera hasta hace poco presidente del Colegio de Abogados Departamental Mercedes, se despidió de sus pares a través de una misiva que se publica en la web de la institución y en la que remarca que se sintió cómodo y se lleva los mejores recuerdos. El texto denominado “Hasta siempre” es el siguiente: Por segunda vez, y por propia decisión, me retiro del Colegio de Abogados. Y, como en la primera ocasión, el adiós me duele en las entrañas. Cuando uno hace lo que le gusta y está en una institución donde se siente cómodo y querido, cuando hay aún en carpeta proyectos para realizar y muchas ganas de continuar, no es sencillo decir “me marcho”. Hace cuatro años, al ser invitado por una tercera presidencia después de haber cumplido dos mandatos y retirarme, la razón y el corazón, debatieron largamente si era aconsejable el regreso. La razón decía que no, pero el corazón gritó más fuerte. Y así, una mañana de junio, regresé al Colegio. Hoy, cuatro años después, volvieron a cruzarse la razón y el corazón. Esta vez, se impuso la segunda. El camino debía quedar libre para nuevas caras, nuevas voces y nuevos horizontes. Cuando los planes y apetencias personales se enquistan en el seno de las instituciones, éstas comienzan a transitar el inexorable sendero hacia una anemia que las debilita en sus cimientos y objetivos. Por el contrario, la renovación purifica y oxigena sus paredes, libera los cajones de los escritorios y destruye, muchas veces, tristes sellos de goma y sillones con olor a naftalina. Ni en mi primer retiro, ni en éste, absolutamente nadie tuvo que golpear mi hombro recordarme que estos cargos no son eternos. Por eso, hoy, como ayer, puedo caminar con el paso firme y la mirada serena entre mis colegas, sin temor a reproches. Quizás, hayan sido las dos mejores decisiones que tomé desde el sitial de privilegio que significaron estas tres presidencias. En esta hora, soplan necesarios y bienvenidos vientos de participación y de búsqueda. La presencia de dos listas que incluía elección de Presidente, generó, después de dieciséis años, un histórico movimiento caracterizado por el respeto y la corrección, lo que fortalece la brillante historia de este casi centenario Colegio. Los dos candidatos, los estimados doctores Mateo Laborde y Julián Oliva, podían ofrecer diferencias en sus propuestas. Pero ambos llevan en su sangre lo esencial: el ADN de la Colegiación, la marca registrada de nuestro Colegio. Felicito y deseo a las nuevas autoridades el mayor de los éxitos. Si algo puedo pedir es que se procure trabajar en armonía. La soberbia, las miradas esquivas y las ofensas, todo lo destruyen. Sólo me queda agradecer a Dios y a mi amada familia, por alumbrar mis pasos; a todos aquellos que desde distintos cargos, funciones y espacios me brindaron su inestimable ayuda en esta tercera etapa que llegó a su fin, en especial a mis apreciados compañeros del Consejo Directivo. Un párrafo aparte para el personal del Colegio, del que guardo inolvidables momentos. Sin ellos, nada podría haberse concretado. Son la llama sagrada de nuestra querida Casa. No puedo dejar de mencionar a mis colegas del pasillo, a quienes traté de representar dignamente. Si no fue así les pido perdón. Recuerdo, sobremanera, al doctor Cesar Gradín, que me ofreció su mano generosa para transitar por este hermoso pero difícil escenario, y al doctor Cayetano Burella, que siempre está a mi lado, en la profesión y en la vida. Me llevo las mejores postales y también mis poemas. Y como dije en mi primer adiós: “Les dejo mi corazón, para que quede algo mío, y por si quieren saber, me está esperando el camino”. Con todo mi afecto. Horacio Alberto Vero
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Mercedes - Bs As - Argentina