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La detección temprana de la dislexia resulta “fundamental para no frustrar a los chicos y permitir que puedan desarrollar sus capacidades, que suelen ser muchas”, tal cual resaltaron especialistas en la materia que brindaron una charla este jueves por la tarde, organizada por el Frente Mercedino para la Victoria, en el recinto del Honorable Concejo Deliberante.
La conferencia, en la que expusieron el doctor en pediatría Gustavo Abichacra (presidente del Comité Científico de la asociación civil DISFAM) y la psicopedagoga María Julia Ramírez, contó con la presencia de alrededor de 80 vecinos, entre docentes, autoridades de la comunidad educativa y padres de chicos con dislexia.
Por parte del bloque de concejales del Frente Mercedino estuvieron su presidente, Juan Ignacio Ustarroz, Matías Dematei, Celeste Burone y Marianela Arenillas, quien articuló la llegada de los especialistas y se puso al frente de la iniciativa junto con la abogada Patricia González. También se hizo presente el edil del MIC Juan Carlos Badano.
Abichacra y Ramírez coincidieron en un punto de partida: la poca información que existe sobre la dislexia (a la que calificaron como “una dificultad, pero en ningún caso una discapacidad”); y, en consecuencia, el poco material pedagógico incluido en la formación de los docentes. “No es un problema de los maestros –explicaron–, sino que nunca se incorporó información específica en el desarrollo de la profesión”.
La dislexia, agregaron, es “mucho más común” de lo que todos creen. En Argentina, entre el 10% y el 15% de la población tiene algún grado de esta dificultad. “Y si no la afrontamos desde la base del afecto y la emoción, es muy difícil que los chicos puedan desarrollar su potencial, sus capacidades, que suelen ser muchas porque no padecen limitaciones intelectuales”, dijo Abichacra. “La frustración es muy grande para ellos y puede derivar en casos graves. En España, por caso, el 40% de la población de las cárceles tiene algún tipo de dislexia, y en Inglaterra ocurre algo similar, por dar dos ejemplos”.
“Y en la Argentina –fue más allá–, el 80% de las personas privadas de su libertad arrastran fracasos escolares. La dislexia no detectada tiene mucho que ver en ello”.
DISFAM (Dislexia y Familia), nació a partir de la experiencia de DISFAM España y lleva poco más de un año. A través del trabajo de la asociación civil (médicos, psicopedagogos, pediatras, fonoaudiólogos, todos ad honorem), contaron, “se está concientizando no solo a la comunidad educativa sino también a autoridades, a diputados, a senadores, a funcionarios públicos, a los políticos en general, que ya vienen desarrollando legislación en la materia para tener otra herramienta a la hora de ayudar a los chicos”.
“Muchas veces creemos que la dislexia es la dificultad para leer o para escribir correctamente, pero va mucho más allá –contaron–. A veces ocurre que los chicos con dislexia tienen tal grado de brillantez, que leen con una velocidad increíble y la dificultad pasa por alto: en realidad están leyendo sin comprender. Por eso es muy importante estar atentos a determinados detalles que nos pueden revelar la existencia de dislexia y es muy importante contar con las herramientas adecuadas para saber resolverlo”.
Abichacra y Ramírez fueron respondiendo las consultas surgidas entre los presentes, y recordaron casos reales en que se les diagnosticó dislexia a los adultos y la respuesta coincidente fue: “¡Ah, era esto lo que me pasaba, no que era un burro!”.
“Por eso también es importante la detección temprana de la dislexia, porque muchas veces el chico queda estigmatizado”, especificó el doctor Abichacra.
La conferencia finalizó con los responsables de DISFAM poniéndose a disposición de todos a través de su página en internet (www.disfam.org/argentina), donde hay material informativo y una agenda sobre actividades para seguirlos de cerca.
Ustarroz, tras el encuentro, destacó “la riqueza didáctica” de la charla de los especialistas y también se puso a disposición para darle continuidad al tema: “Desde el Frente Mercedino insistimos en la necesidad de incorporar información específica en cada área, y en este caso para la comunidad educativa queda claro la importancia de advertir cuándo un chico puede tener dislexia para permitirle crecer, desarrollarse, en fin, ser feliz”.
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