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En la Ruta Provincial 41 se están llevando adelante trabajos de refacción y puesta a punto pero llama la atención el modo en que se vienen realizando, con mucha desprolijidad, falta de señalización y hasta de criterio. Quien criticó la situación fue el presidente de la UCR local, Oscar Albini.

“La verdad es que las obras van muy lentamente y están mal hechas, porque no hay control. Sólo con verlo basta, más que nada en el tema de la seguridad. Es una ruta que conduce desde el norte del país hasta la costa atlántica, es una ruta importante, pero empiezan obras, dejan tachos tirados en medio de la ruta y no hay señalización ni agentes indicando nada, más que por otra cosa para intentar preservar la vida de la gente. Los trabajos se hacen como parches, hubo una gran actividad cuando vino un medio nacional y como les molesta vinieron maquinarias, hicieron una movida para la pantalla y se fueron. Hay grandes huellones y un muy mal estado de la ruta, lo mismo que se puede apreciar desde hace años”, dijo Albini, quien cuestionó cómo en la costa atlántica se reparten “gorritos y banderas de color naranja”, mientras las obras no se hacen: “En lugar de invertir esa plata en propaganda que no sirve para nada deberían reparar esta ruta que es tan importante. El gobierno debería tomar cartas en el asunto”, planteó.

En este sentido, días pasados se llevó adelante una actividad en varios tramos del corredor, organizada por la Unión de Usuarios Viales, de la que Albini participó: “Nosotros estuvimos y hubo gente que venia de Santiago del Estero o de Córdoba, que nos decía que estaba bien que reclamemos por esto, respondían de buena manera y planteaban que cada año que pasan está peor el estado de la ruta. No hay que ser necios, además, y ver la cantidad de accidentes por este mal estado de ruta y la falta de banquinas en este tramo”, dijo.

Por otra parte, criticó la calidad del trabajo que se realiza: “No creo que se termine con esto, ya que cuando se completa un sector hay que volver adonde ya se trabajó a volver a reparar porque la calidad del trabajo es muy mala. Y por sobre todas las cosas falta demarcación, banquinas e incluso se levantaban las losas y se dejaban a un costado, lo que era un peligro para quienes vayan a la banquina. Se hace todo a los ponchazos y esto es a lo que nos tiene acostumbrado el gobierno de la provincia de Buenos Aires desde hace muchos años”, sostuvo Albini.

“Es necesario un cambio y que la obra pública esté controlada. Hay mucha plata que va desde el impuesto a los combustibles pero no llega, los presupuestos no se ejecutan y hay que trabajar además con los materiales que corresponde”, completó el radical.

 

 

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