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26/02/15
En los últimos meses, a través de los medios de comunicación pudimos observar cómo el Intendente Municipal viaja de un lado para el otro con diferentes colegas massistas, de reunión en reunión con su jefe político y de campaña con candidatos a gobernador del Frente Renovador. Pero nada pudimos encontrar respecto a reuniones con actores sociales verdaderamente importantes, como serían posibles inversionistas para la ciudad, empresarios del sector privado a quienes debería incentivarse, a través de diferentes herramientas de gestión política para que traigan inversiones y desarrollen proyectos a nuestra ciudad con el objetivo de, por ejemplo, generar valor agregado a productos agrícolas de la zona, pero principalmente para generar fuentes de trabajo genuinos y de calidad exclusivamente para los jóvenes mercedinos.
La falta de oportunidades laborales para los jóvenes mercedinos es un problema que durante los 12 años de gestión municipal se fue profundizando, ya que no se han impulsado políticas públicas tendientes a la inclusión laboral de los jóvenes. La falta de una planificación estratégica y un programa de gobierno local tendientes al desarrollo de actividades industriales que atraiga inversiones productivas, hacen que la ciudad empuje a los jóvenes (y no tan jóvenes) a inscribirse en los distintos programas de formación que se realizan desde el Ministerio de Seguridad con el fin de ingresar a los cursos que harán de ellos futuros Policías, como así también el deseo de muchos por ingresar al Servicio Penitenciario, con el objetivo de encontrar estabilidad laboral y todos los beneficios socio-económicos que representa ser agentes del Estado Provincial. Durante todo el 2014, durante el desarrollo de mi actividad como docente, y al igual que muchos otros compañeros, dentro del programa de terminalidad de secundaria FinEs 2, pudimos ver cómo una gran parte de los jóvenes entre 18 y 30 años culminaban sus estudios con el objetivo de contar con el título secundario para luego inscribirse en la Escuela de Policías de Luján o esperar el llamado milagroso que los haga ingresar al Servicio Penitenciario Bonaerense, ya que, a pesar de graduarse y sus orientaciones vocacionales ser diferentes, no encuentran otra opción a la hora de iniciarse al mundo laboral o de mejorar sus condiciones laborales actuales. En un Estado municipal moderno no alcanza sólo con prestar servicios básicos como contraprestación a las Tasas que se cobra. Un Estado moderno debe afrontar los problemas sociales, diagnosticarlos y solucionarlos. En este caso, debe promover y acompañar e incentivar al sector privado, procurando su crecimiento y así garantizando la creación de empleos genuinos que incluya a los más jóvenes.
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