Cargando el menú...

 

En el último discurso presidencial, se planteó como política de Estado la estatización de las líneas férreas privatizadas en la década menemista. Hace pocos días obtuvo media sanción en la Cámara de Diputados. Fue presentado como un hito, Randazzo utilizó el proyecto de ley para mostrarse junto a las desmanteladas estaciones del interior. Fue el caso de Mercedes, en donde se utilizó la Trocha como escenario del oficialismo, sin formaciones, ya que no hay un plan de reactivación de esa línea.

Pero vayamos más allá. ¿En qué consiste el proyecto de la Presidenta?

El Artículo 2 consagra “(…) la participación pública y privada en la prestación y operación de los servicios ferroviarios (…)” y avanza en el tema planteando “(…) la renegociación de los contratos de concesión (…)” en los servicios de carga: el Nuevo Central Argentino (de Aceitera Deheza), Ferroexpreso Pampeano (Techint). Sobre estos popes, la ley no avanza en la “Estatización”, sino que sólo plantea que deben ser “abierto a usuarios” que se anoten en un registro. Es decir, Cristina se hace eco de un reclamo de la burguesía nacional, esto explica por qué Massa, Macri, Carrió y los radicales levantaron la mano tan a gusto en la Cámara de Diputados.

Pero la conservación del negocio va más allá, porque en el Artículo 6 se consagra la mantención de la Sociedad Belgrano Cargas y Logística S.A. que controla la circulación de la producción sojera sobre 13 provincias, ¿Qué tul? Los nacionales y populares gustan decir que “hay un tiempo indicado para cada reforma o transformación” como forma de justificar las atrasadas intervenciones en problemas coyunturales. Esa frase se transforma en un bumerang, ahora podemos decir que “les llegó el tiempo” de cerrar filas con las corpos ferroviarias.

Cuento chino
El otro punto consiste en el acuerdo leonino con China, con la intención de importar material férreo, que podría ser construido en nuestro país, empezando por la fábrica Emfer, cerrada recientemente. No hay que olvidar que el acuerdo es una exigencia directa del Banco Mundial, lo que tira por la borda toda intención de ver en el proyecto algún atisbo de independencia económica. Hay que agregar que el enorme endeudamiento con el país oriental golpeará cualquier intento de industrialización, o en el mejor de los casos, se tratara de una reconstrucción selectiva y parcial.

Borrón y cuenta nueva
Un punto central que el Frente de Izquierda sostuvo en su proyecto alternativo es la realización de una auditoria. El proyecto oficial carece de este punto, de manera que nunca sabremos a cuánto asciende el desfalco de los empresarios que desguasaron las vías. Es un encubrimiento a las concesionarias que se corona con los 100 mil millones de pesos que recibieron en concepto de subsidios en la “década ganada”.

Macristas, massistas y pro-radicales, mutis
Cabría preguntarle a los Macro-Cestaristas, hoy aliados al radicalismo, y que despotricaban contra las políticas Kirchneristas, por qué su líder habilitó la votación en el Congreso. Claro que un análisis más preciso carecería de interés para una tendencia que sólo busca elevar su “scoring” electoral, pero podría servir para aclararle a una enorme masa de trabajadores y jóvenes que consideran que el macrismo puede ser una salida a la crisis actual.

Como se vio en la Cámara, el Pro, como los Sáez radicales al igual que el massismo, votaron gustosos lo que la burguesía nacional reclamaba. El Frente de Izquierda, en cambio, votó contra esta nueva entrega que se disfraza de estatización y exigió una verdadera estatización de todo el sistema ferroviario, con un inventario del material, sin indemnización a los vaciadores, por la reapertura de Emfer y todos los talleres, nucleados en una empresa única bajo el control obrero, con representantes electos democráticamente.

* Pablo Demarco es candidato a intendente por el Frente de Izquierda

 

* Los comentarios serán moderados y su permanencia depende de su contenido. 

 

 

Tweet

 

 

ATENCIÓN: No se autoriza el uso de material publicado en este sitio a medios de comunicación comerciales de cualquier tipo, cuando este no sea solicitado con anterioridad al editor. Para pedirlo, envíe un mail o comuníquese por teléfono y aguarde respuesta.