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En la ciudad de Mercedes y tras un fin de semana con mucha lluvia que tuvo su intervalo el domingo, el río Luján se desbordó y generó alguna alarma, aunque los más damnificados terminaron siendo acampantes que estaban en el parque y debieron ser auxiliados dado que no podían salir del lugar. El pico de crecida se registró este mediodía, cuando según datos de sensores instalados por la comuna se llegó a la altura máxima de 2.77 metros, pero ya esta tarde a las 18 horas la baja registrada era de 6 centímetros.

Esta mañana a las 11 horas en el despacho del jefe comunal Carlos Selva, el intendente junto a funcionarios involucrados en la situación dieron una conferencia de prensa en la que apuntaron sus dardos a la falta de conclusión de las obras por parte de la provincia, pero más allá de eso los datos puntuales remarcan que desde anoche la situación se agravó y que hay muchos campos anegados, e incluso algunos auto evacuados. Nadie de momento en las instalaciones de Desarrollo Social.
 
“Estamos en una meseta”, evaluó esta tarde, consultado por este medio, Esteban Rossi, director de Seguridad de la Municipalidad y uno de los encargados de realizar el trabajo en esta emergencia. “A lo que sucede estuvimos mostrándolo en una conferencia de prensa. El río baja un poco y se mantiene, pero estuvimos revisando y vemos que está bajando. Lo estamos evaluando con vecinos donde hicimos marcas en los cestos de residuos a ver dónde estaba el agua y ya ha bajado un poco”, explicó.

En tanto, sobre la necesidad de asistencia, puntualizó: “Por ahora no hemos tenido más llamados de gente. Algunos se evacuaron solos de los hogares. Bomberos sacó a siete del parque. Anoche, a la 1.49, yo me instalé ahí luego de que me llamara el segundo jefe Gutiérrez, ya que fueron con un camión y sacaron a gente que estaba. Eran acampantes, no de hogares. Gente que estaban trabajando como malabaristas en las avenidas. Por otra parte sacaron una familia de gente mayor en 70 entre 27 y 25. Luego intervinieron en el caso de otra familia y también con una mujer que vive cerca del puente amarillo en la calle 43, donde se sacaron a dos familias que se les vino el agua y se distribuyeron con familiares. En el Instituto Unzué, si bien está abierto, no estamos alojando a nadie. Está todo preparado por las dudas”.

“Prevemos que el agua siga bajando aunque hay muchos campos anegados entre Agote y Goldney. Ese puente tiene una luz de medio metro entre el agua y la base del puente, tal cual pudimos evaluar a las 13.30 horas. A partir de Luján el gobierno limpió las márgenes del río entonces el agua corre con más naturalidad”, completó Rossi.

 

 

 

 

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