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Sebastián Giusio es médico, especialista en Traumatología, recibido en la Universidad de Buenos Aires. Oriundo de Bragado eligió nuestra ciudad hace ya varios años, cuando se casó y formó su familia junto a una profesional mercedina.

“Me va bien en mi profesión, tengo una hermosa familia, para qué debería meterme en líos”, se pregunta, para renglón seguido contestarse con una afirmación, que tiene como respuesta un recuerdo, el de su padre: “Dentro de los recuerdos que tengo de mi padre, creo me quedaron los mejores un tipo de trabajo e ideales. Siempre recuerdo que yo chico, aproximadamente 5 años, salíamos a la noche en un fitito a pegar carteles, de un partido que él creía "renovador" en ese momento. El "MID", en Bragado, tan solo unos pocos eran los que militaban, pero él lo hacía con sus convicciones como si fueran miles. Acordándome de esos momentos es que creo llegó mi hora para imitarlo por dos motivos: porque tengo la obligación de transmitirle lo que hizo mi padre a mis hijos y porque tengo miedo, no por mí sino por todos”, manifiesta el traumatólogo.

“Si bien siempre fui militante de la UCR, me acuerdo de que antes me podía sentar a charlar con un militante de otro partido, café por medio, discutíamos nuestras ideas, y hasta nos reíamos con alguna que otra broma, pero siempre con respeto. Hoy no, hay sectores en donde la soberbia y la falta de apertura al otro hace que si no pensás igual te tilden de “gorila”, y veo comentarios agraviantes al que piensa distinto”, expresa.

Con relación a su acercamiento político a Lucas Fal y al equipo que trabaja para que el bioingeniero sea el próximo intendente de Mercedes, Giusio dice: “Me acerqué al comité de mi querida UCR, y ví gente; gente común, sin soberbia, que sin tener idea quién era yo, me dijeron "vení sentate"; escuchaba "quién va a hacer los pollos", "tenemos que patear los barrios, conocer la gente", y dije ¡todavía se puede! Todo allí es a pulmón, sin contar con el presupuesto de nadie para hacer gigantografías, ni cenas ampulosas, cuando en realidad la gente tiene problemas en serio. Donde la campaña se solventa como se puede, donde un herrero, un dirigente de club, un biotecnólogo, un empleado, un policía, o un médico, somos todos iguales y le ponemos el hombro a lo que creemos. Creo que es hora de dejar de tener miedo, y empezar a involucrarnos. Por eso es que le doy todo mi apoyo y estoy orgulloso de que así sea, al proyecto de Lucas Fal, a quien no lo conocía pero se presentó de la mejor manera: con ideas de gobierno y no con demagogia”, finaliza el profesional.

Contra el gobierno nacional
Párrafo aparte merece la mención que destaca Giusio, de cómo evalúa él al actual gobierno nacional y cuenta su propia experiencia: “No quiero imaginar qué puede pasar si nos gobierna gente a la que no se le cae una idea, que sostienen a personajes oscuros como Boudou, Moreno, Fernández, etcétera, que ni siquiera fueron procesados. La justicia tiene que seguir siendo independiente y eso tendría que ser una verdad a gritos y ni siquiera tendría que ponerse en tela de juicio”.

“En la vida, no vamos a dejar nada, ni plata, ni bienes, sólo vamos a ser recordados por nuestra manera de vivir y para eso debemos ser coherentes y de palabra. Ese es el mensaje que todos los días les doy a mis hijos. Pero estamos gobernados por gente incoherente y sin palabra. Yo lo viví en carne propia: trabajé durante 6 años como jefe de cirugía reconstructiva de cadera y rodilla, en una entidad estatal, y durante todo ese tiempo jamás estuve en blanco, en las peores condiciones de trabajo y totalmente desprotegido. Aún hoy mis compañeros siguen en las mismas condiciones. Esto no es coherencia para nada. Mucho menos de un gobierno que lucha contra el trabajo en negro. Hace unos días le comenté esto al señor Mariano Recalde cuando puso en su página “hospital modelo”, pero como me imaginé nunca tuve respuestas”.

 

 

 

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