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12/08/15
Las inundaciones son responsabilidades Provinciales y Municipales, no efectos del clima. La demagogia electoral fracasó, la limpieza también, los negocios espurios no. Estas inundaciones, previsibles y alertadas por la Comisión Asesora del Comité de Cuenca del Río Luján (CA) y muchas organizaciones sociales desde Mercedes a Tigre, son el resultado de años de connivencia de las autoridades del Ministerio de Infraestructura, del ADA y de los políticos municipales con los intereses inmobiliarios en la cuenca media y baja. Así, aprobaron ilegalmente la ocupación por barrios cerrados de grandes extensiones de territorios inundables (correspondientes a humedales) de dominio público provincial. También las canalizaciones ilegales de agua en zonas rurales y la impermeabilización del suelo por la siembra directa de la soja en la cuenca alta y media del río Luján han contribuido en algo. Nombro en concreto al Ministro Lic. Alejandro Gaspar Arlia, al director del Ada Ing Norberto Daniel Coroli, al director de Hidráulica Ing. Mario Gschaider, al Director Técnico Ing. José Di Doménico, a los que la CA ha recurrido en varias oportunidades para llevar sus estudios, denuncias e informes técnicos, sin más resultados que un trato formal, sin respuestas en sustancia, y con alguna que otra ironía de desprecio. La elusión y tergiversación del Código de Aguas de la provincia fue el recurso que obtuvieron los “desarrolladores” con mediación de los funcionarios, apegados más a sus intereses de cabotaje que a la defensa del bien público. Entre ellas los permisos provisorios, la fijación de líneas de ribera absurdas a 100 mts del cauce y en algunos casos a 10 mts, eludiendo lo especificado en la ley de aguas, que toma en cuenta los niveles de inundación naturales medios de los últimos 5 años además de los límites geomórficos y establece que se deben fijar mapas de riesgo hídrico que hasta el momento no existen. El río Lujan, río de llanura, no es solo su cauce limitado a épocas de pocas lluvias, si no todo el valle de inundación, que debe ser delimitado por la línea de ribera que en muchos lugares, y que para los que somos pobladores de la zona se la tiene a la vista y en evidencia. Este valle de inundación se reconoce además porque la vegetación es la típica de zonas inundables “humedales” y el suelo está anegado porque las napas freáticas están a flor de superficie y por eso los productores rurales no hacen otra cosa que ganadería en pequeña escala allí... ¡a nadie se le ocurriría sembrar soja para que se inunde! Así se permitieron invasiones como las de Estancias del Pilar, Pilará, del Carmel... y los hay muchos más (la CA los ha relevado todos en sus informes y son como de miles de hectáreas) o las de San Sebastián en Pilar (como ejemplo solamente) con casi 700 hectáreas de humedal, rodeadas de alteos artificiales de casi 6 metros de altura a 100 metros del cauce, que le sacan a la planicie de inundación la capacidad de almacenamiento transitorio de entre 20 y 40 millones de metros cúbicos de agua. La falta de almacenamiento de esas masas de agua que no existía hace unos años, es una de las causas de la baja capacidad de escurrimiento de la cuenca media, entre Pilar y Escobar. La ejecución de una inútil y devastadora "limpieza" del cauce del río Luján que además de arrasar con fauna y flora autóctona, no sirvió para mitigar las inundaciones, dada la inutilidad de las canalizaciones y entaludado de cauce en valles de inundación con pendientes mínimas, del orden de 4 centímetros por kilómetro como el de nuestro territorio (entre la ruta 8 y la 9). En su momento todas las organizaciones de la cuenca nos opusimos a esta barbaridad que gastando más de 70 millones de pesos por cada tramo, y sin ningún estudio previo sería usada como elemento de demagogia y negocios al mismo tiempo. Los negocios se hicieron, la demagogia fracasó: los inundados de Luján, Pilar, Escobar, Tigre y tantos otros, son testimonio. No es solo cuestión de pérdidas materiales e incomodidad de vecinos, se han perdido al día de hoy tres vidas por esta torpeza lucrativa de los funcionarios de la provincia. El poder político es responsable. Y los vecinos en alguna medida también por no defender con más ahínco nuestra patria chica. No quiero responsabilizar a los habitantes de estos barrios de lujo livianamente, son en su mayoría beneficiarios inconscientes del daño que producen a nuestro territorio y al ambiente, los que les vendieron estas ilusiones de lujo sí, estos sí son corresponsables junto con la provincia. Acudo en lo posible a que estos moradores, muchos de ellos sin más título de propiedad que un condominio de club sin posibilidad de escriturar, tomen conciencia de la estafa que se ha hecho con ellos, y con nosotros sus vecinos. Que tomen conciencia que son “ocupas” de lujo. Quiero citar un concepto de Krisnamurti, aunque no literal: “El hombre común no tiene tiempo y energía para pensar, debe ocuparse de su supervivencia, de su trabajo. Los más privilegiados, los que disponen de cultura, instrucción y ocio ¿por qué no piensan y se rebelan contra las injusticias y construyen una realidad social mas armoniosa?”. ¿Adecuado para nuestra cuenca, no les parece? Parece ingenuo que haga la cita, pero no lo es. Cosas similares dice el Papa Francisco en su carta “Laudato-si”.
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Mercedes - Bs As - Argentina