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19/08/15
Los mayores aún recuerdan el Barrio Pampa Chica que, ubicado al final de la calle 26 hacia la Avenida Dorrego, padecía periódicas inundaciones por las crecidas del río Luján. En aquella época aún funcionaba el llamado Club Redes y era un punto de referencia. Se decía “el agua llegó hasta el Redes”, mucho peor era cuando el avance alcanzaba el Instituto Unzué. Los damnificados eran alojados en diversos lugares, entre ellos el Regimiento 6 de Infantería. Pero llegó una solución cuando fue posible trasladar a todos los vecinos de la Pampa Chica al nuevo Barrio Blandengues. Así se terminaba el problema de las viviendas en terrenos inundables aledaños al río. En realidad eso se pensaba, pero no fue así. A los pocos años nuevos asentamientos en dichos lugares reiteraron la historia y se padecieron las tremendas inundaciones de mediados de la década del ochenta. La construcción del Barrio San Martín posibilitó un nuevo traslado y, a efectos de evitar futuros asentamientos, se realizó la destrucción de todas las viviendas precarias. Esos espacios debieron ser cuidados para evitar nuevas ocupaciones y forestados de manera tal que atenuaran los efectos de los excesos de agua y fueran un espacio de recreación. No ocurrió así. Hace unos pocos años, los mercedinos que pasábamos por la Cruz de Palo o visitábamos el Aeroclub vimos cómo, en breve tiempo, esos terrenos fueron ocupados y se comenzaron a construir rápidamente y de manera simultánea decenas de casas de madera y chapas. Lo que llamó la atención fue que todas eran de madera machimbrada nueva al igual que las chapas de zinc. Evidentemente alguien las había entregado de manera masiva. A los pocos meses, y también en forma simultánea, la madera fue remplazada por ladrillos huecos. En la actualidad pueden verse (mejor cuando baje el agua…) todas las casas de este tipo de material y con techos de chapa. Muchos vecinos de esta ciudad observamos también los camiones distribuyendo puertas, ventanas y electrodomésticos junto a políticos que ocupan puestos en el gobierno nacional y municipal. Hoy estamos nuevamente con el problema de la inundación de ese barrio. Hay otros que también están complicados, pero este drama podría haberse evitado, o mitigado, si no se hubiese estimulado la radicación en esos terrenos bajos y si la Provincia, conducida por quien aspira a ser nuestro presidente, hubiese realizado las obras hidráulicas necesarias. Cómo no preguntarse, frente a la angustia de quienes han perdido lo poco que tienen, hasta cuándo los mercedinos seguiremos con esta política que ya lleva muchos, muchos años de un clientelismo que paraliza y desalienta. ¿De qué tipo de inclusión nos hablan cuando vemos el estado de la educación pública, la salud, los trabajos precarios, el estímulo para construir viviendas en barrios inundables? ¿No será hora de cambiar?... Cambiemos…
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Mercedes - Bs As - Argentina |
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