Por estas horas se conoció la historia de Silvia, una mujer que nació un 17 de enero de 1979 en la ciudad de Mercedes, “en la casa de una partera”, según cuenta. “Soy muy parecida a mi madre biológica. Me criaron desde pequeña sabiendo que hubo otra panza que me cuidó hasta que nací”, dice.

“Esa mujer, supuestamente, fue escondida de algo o alguien por los últimos dos o tres meses de embarazo. Y no fui la única. Era un hábito de la partera hacer partos y vender bebés. Según ella misma me contó se encargaba de "solucionar los problemas de esas mujeres". Según investigué, también realizaba abortos e inclusive captaba chicas de bajos recursos en el Hospital de Mercedes y les robaba los bebés o los hacía pasar por muertos. Yo busco mi origen biológico, sin juzgar. Pero también anhelo que se haga justicia por todos los que fuimos privados de nuestra identidad por personas como ésta que manejaban, creyéndose dioses, las vidas de las personas”, comenta Silvia, quien tiene una página en la red social Facebook a la que llamó “En Mercedes buscó mi origen”.

En tanto, Justicia Federal de Mercedes investiga una denuncia múltiple sobre robo de identidad, por primera vez, incluyendo los posibles delitos de falsificación de documento públicos y potencial venta de menores. La denuncia está en manos del Juzgado Federal conducido por el fiscal Carlos Stagnaro.

Podrían llegar a ser 15 los casos, de personas que habrían nacido en Mercedes y criados por padres no biológicos en otras localidades por medio de falsificación de partidas de nacimientos, libretas sanitarias e inscripción como propios cuando no lo eran. También habría otros casos de madres que parieron en Mercedes cuyos hijos fueron sustraídos o dados por muertos, sin nunca demostrar el fallecimiento fehacientemente y con certificados de defunción en procedimientos al menos “dudosos”.

Silvia Dell´Agnese es una mercedina que nació en 1979, pero fue criada por una familia en Don Torcuato. “Yo nací en Mercedes en un lugar y bajo circunstancias no habituales ni formales. Fui entregada por una partera local a quienes fueron mis padres que me criaron con amor y formación, la misma que me permite ser una persona abierta que entiende que ellos no son culpables del deseo de ser padres y dar amor a un niño, pero tengo en claro que busco mi verdadera identidad y en Mercedes está la clave”, contó Silvia. “Muchos fueron los pasos que di. Conocí otros casos, me vinculé con personas, viajé por Mercedes, Chivilcoy, Suipacha, Capital Federal, siempre buscando certezas. Hace casi un año me contacté con la Coordinación de Derechos Humanos de Mercedes y ahí recibí un acompañamiento que otras ciudades, como Chivilcoy por ejemplo, no me dieron. Allí continuamos mi investigación. Nos entrevistamos con mercedinos, viajamos a Suipacha a conocer más gente y finalmente ellos realizaron la denuncia en la fiscalía Federal, siendo un paso enorme”, agregó.

“No soy el único caso, hay una docena o más. Algunos son tan fuertes como el mío. Personas que no saben su identidad y están luchando por conocerla. En Mercedes ha habido lugares de nacimientos fuera del hospital, gente que firmó y entregó documentos, actas modificadas, todo lo que nos podamos imaginar en torno a adopciones ilegales en momentos difíciles, como era 1979 cuando nací”, comentó Silvia que gracias a un grupo de Facebook que creó logró conocer mucha gente, como el caso de Elena.

Elena es una suipachense que ahora vive en Junín. Ella recientemente declaró ante la justicia local narrando su caso. Se trata de una mujer que a los 17 años tuvo un hijo en el hospital Dubarry. “Me ponen en una camilla y me llevan a un cuarto que hoy habiendo tenido otros chicos sé no era una sala de partos porque era como una mesada, unos azulejos, una camilla y colgando solo un foco de un cable. Una señora embarazada me atiende, diciendo que es partera, y charlaba con la enfermera. Yo lloraba, le decía que me dolía y lloraba. Vino luego un médico que me hizo nacer el bebé que lloraba y fue rápidamente llevado. No me lo mostraron como debe ser. No sé si fue varón o nena. Lo dejaron en un cuarto de al lado, oscuro, yo llegué a verlo. Lloraba de a ratos, dormía, pero pasaban las horas y no venía nadie. Tenía suero y yo misma en un momento me lo saco, dolorida y entre dormida porque me despierta un ruido de la chica de limpieza que se sorprende al ver que ahí había gente. Era un lugar raro. Aislado. Después de ahí viene una enfermera y me lleva. Le pregunto por el nene y me dice después lo llevamos. Regreso al cuarto y por la tarde viene la que era mi suegra y nerviosa me dice afirmada en la cama que había muerto. Yo no entendía nada. Lo llevaron a Suipacha y lo enterraron con un certificado de defunción firmado por un cardiólogo de Suipacha. Nadie me explicó nada. Era chica, menor, vivía en el campo. Nunca nadie más retomó el tema ni me explicaron. La sospecha, el miedo, las dudas me han acompañado toda la vida hasta ahora”, comentó Elena, quien tras declarar volvió a Suipacha para recabar algunos datos extras para otorgar a la justicia. Su relato es extenso y con precisión propia de una memoria que no quiere olvidar. Elena, al igual que Silvia, ha contado su historia en medios de comunicación de la zona, como Chivilcoy y Suipacha.

Silvia también contó que “gracias a todo esto conocí mucha gente que tiene similares situaciones. Mercedes ha sido realmente un lugar que necesita ser investigado. En Chivilcoy, cuando estaba yo hablando en una radio, conocí el caso de Elena. Luego, en Suipacha, también en una radio, se me acercó una joven que también en Mercedes vivió una adopción de la cual quiere tener más detalles. Es decir, a medida que en cada ciudad algún medio de comunicación tomaba el tema iban surgiendo nuevos casos”, afirmó la joven que en estos momentos vive en San Miguel, pero que constantemente está en Mercedes y remarcó: “Estamos trabajando con Derechos Humanos, con las familias, con las víctimas. Sabemos que es algo largo, pero también que no debemos bajar los brazos para llegar a la verdad, la verdad que hace tiempo queremos saber. Casi todas las familias vinculadas con las apropiaciones en ese momento eran de buen poder adquisitivo, era una casi una normativa. Mis padres pagaron el parto, no pagaron un extra para la madre biológica, no pasó en todos los casos de la misma manera, en otros hubo mucho dinero para las mamás biológicas”, concluyó quien continúa avanzando en su historia.

Hay casos como el de Carlos, que por propia voluntad llegó a hacerse un ADN y comprobar que las actas del hospital no eran las que respondían a su nacimiento. El ADN particular fue el cruce con un posible hermano en Mercedes. Su caso lo presentó a la justicia provincial, pero no avanzó para ahora volver a ser expuesto ante la Federal.

También está el caso de un joven entregado irregularmente en adopción que logró, tras largos años de búsqueda, hallar a su familia biológica en Suipacha, habiendo nacido en Mercedes. Y el de otra mamá de Suipacha que tuvo su hijo o hija en Mercedes y nunca supo su destino siendo el lugar de parto una casa particular identificada y así se van sumando.

Consultada la Coordinación de Derechos Humanos de la Municipalidad de Mercedes, cuyo responsable es Marcelo Melo, que es el actor institucional denunciante, manifestó su agradecimiento por el interés: “Es política de la oficina no dar a conocer los casos que trabajamos, entendiendo son temas particulares y menos en esta denuncia donde está interviniendo y con plena satisfacción de nuestra parte la justicia”, sostuvieron desde el área que mantuvo el hermetismo.

Por su parte, Silvia Dell ´Agnese, cerró: “Estoy empezando a trabajar en la apertura de una red más grande. Los casos se suman. Hay como lugares donde se potencian. Mercedes es una ciudad que si se la investiga a fondo y a largo plazo podría darnos sorpresas. Mucha impunidad. Así como los medios en otras ciudades han terminado siendo un apoyo, una apertura para conocernos más deseo que también en Mercedes podamos dar a conocer nuestra historia y que se pueda llegar a la vedad, incluso, sobre aquellos que tienen dudas y a veces no se animan a dar el pasito que requiere la situación”.

 

 

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